- 07 de septiembre de 2024
Un vistazo a la gloriosa historia de Acapulco como destino turístico icónico y su impacto en el entretenimiento y la cultura.
El legado de Acapulco, conocido cariñosamente como el "Acapulco de Oro", ha dejado una huella imborrable en la historia del turismo y el entretenimiento. Este enclave paradisíaco, ubicado en la costa del Pacífico mexicano, ha sido un imán para celebridades y viajeros de todo el mundo durante décadas. Desde su transformación en un destino turístico de renombre hasta su papel como escenario de famosas películas y encuentros inolvidables, Acapulco ha tejido una rica historia llena de glamour y esplendor.
El "Acapulco de Oro" nació de la visión del presidente Miguel Alemán Valdés en la década de 1940, después de la Segunda Guerra Mundial. Durante su mandato, se enfocó en impulsar el crecimiento turístico de la región, brindando facilidades financieras y tributarias a los empresarios y mejorando la infraestructura de carreteras que conectaba a Guerrero y, en particular, a Acapulco. Este impulso marcó el comienzo de la era dorada del turismo en Acapulco.
El destino turístico de Acapulco se convirtió en un lugar favorito de celebridades y personalidades de todo el mundo. Estados Unidos se convirtió en un cliente preferente, y muchas parejas famosas eligieron Acapulco como destino de luna de miel. Incluso Frank Sinatra, un apasionado admirador de Acapulco, aconsejó a otros que visitaran la "bahía más hermosa del mundo".
Los Kennedy, una de las familias más influyentes de Estados Unidos, también eligieron Acapulco para un viaje, que Jackie Kennedy recordó como uno de los más memorables de su vida. No es sorprendente que su primogénita, Caroline, comenzara sus viajes en las playas mexicanas. El propio Elvis Presley también contribuyó a la fama de Acapulco con la película "Fun in Acapulco" en 1963, aunque la filmación no se realizó en México, sino en su país de origen.
Uno de los personajes icónicos del primer Acapulco fue Johnny Weissmüller, famoso por interpretar a Tarzán en el cine. Al final de su carrera, pasó muchos años en Acapulco, donde se convirtió en parte de la comunidad y disfrutó de la hermosa bahía.
La contribución de los mexicanos a la construcción de Acapulco también es notable. Carlos Trouyet, un magnate y figura destacada en la telefonía del país, amó profundamente Acapulco. Construyó una capilla llamada "Ecuménica" con una gran cruz que domina el panorama de la bahía, con esculturas que representan las manos de sus hijos fallecidos.
La casa de la mecenas y coleccionista Dolores Olmedo en Acapulco también albergó al renombrado artista Diego Rivera, quien decoró la casa en sus últimos años, aportando su arte a la belleza del lugar.
El romance entre la actriz María Félix y el compositor Agustín Lara también tuvo su inicio en las playas de Acapulco, y dio lugar a la icónica canción "María Bonita". Esta canción, dedicada a la diva, ha sido interpretada por numerosos cantantes, incluyendo el tenor Plácido Domingo.
A pesar de su rica historia y su importancia en el mundo del entretenimiento y la cultura, Acapulco enfrenta desafíos en la actualidad. Sin embargo, el espíritu y la belleza de este destino turístico icónico no pueden ser olvidados. La economía de Acapulco depende en un 80% del turismo, y su resurgimiento es esencial.
En resumen, el "Acapulco de Oro" sigue siendo un lugar de ensueño y un refugio para viajeros y estrellas, con una historia que resplandece con luces de Hollywood y recuerdos imborrables en la mente de aquellos que han tenido la fortuna de visitarlo.
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