La vida privada de monseñor Jeffrey Burrill quedó expuesta tras una investigación del portal The Pillar, mismo que lo acusó de "conductas impropias" por usar Grindr -una app de citas para hombres pertenecientes a la comunidad LGBT+- y acudir a bares. El sacerdote se vio orillado a renunciar.
Jeffrey Burrill, quien ocupaba el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, renunció a su cargo el pasado martes 20 de julio; aunque éste todavía no ha sido confirmado por las autoridades eclesiásticas, el arzobispo José Gómez fue quien reveló la decisión de Burrill.
The Pillar, un medio católico de reciente creación, exhibió el comportamiento de Burrill a partir de datos recabados entre los años 2018 y 2020, donde se detectó que usó la ya mencionada app para tener encuentros con otros hombres en bares; incluso, en otras ciudades.
Uno de esos datos es del 22 de junio de 2018, cuando el sacerdote habría visitado un bar gay en Las Vegas. También habrían tenido acceso a los datos del perfil de Grindr de Burrill, quien habría pactado encuentros y mandado fotografías.
Para el medio responsable de la investigación, las actividades de monseñor Burrill no tienen cabida en la congregación, más cuando fue uno de los encargados de tratar del tema de la pedofilia y otros atropellos cometidos en una delegación que visitó al Papa Francisco en 2018.
Mientras que James Martin, un sacerdote jesuita, acusó a The Pillar de espiar al Burrill bajo el pretexto de hacer una investigación periodística; si bien consideró que su homólogo rompió la promesa de celibato, no hay pruebas para relacionar la homosexualidad con la pedofilia.
Un profesor de Teología de Nueva York, identificado como Thomas Berg, comentó que Burrill quebrantó su promesa de castidad al estar en la app Grindr, pero que hasta ahora no hay evidencia que demuestre un presunto abuso contra menores.