- 22 de abril de 2025
Según las normas del Vaticano, el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después del fallecimiento del Papa.

El pasado 21 de abril de 2025, el Papa Francisco falleció a los 88 años debido a un derrame cerebral, tras varios problemas de salud recientes, incluyendo una neumonía en febrero. Su muerte ha marcado el inicio de un periodo de transición en la Iglesia Católica, que culminará con la elección de su sucesor en el próximo cónclave.
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Fechas clave del Cónclave 2025
Según las normas del Vaticano, el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después del fallecimiento del Papa. En este caso, se espera que el cónclave se celebre entre el 6 y el 11 de mayo de 2025. Durante este periodo, los cardenales menores de 80 años se reunirán en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo pontífice.
El funeral del Papa Francisco está programado para el sábado 26 de abril a las 10:00, hora local, en la Plaza de San Pedro. El féretro será trasladado el miércoles 23 de abril a la Basílica de San Pedro para recibir el homenaje de los fieles.
Posibles candidatos al papado
Tras la muerte del Papa Francisco, varios cardenales han sido mencionados como posibles sucesores. Entre ellos destacan:
- Matteo María Zuppi (Italia, 69 años): Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Es considerado un prelado progresista que probablemente continuaría el legado del Papa Francisco.
- Luis Antonio Gokim Tagle (Filipinas, 67 años): Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Posee una amplia experiencia pastoral y es visto como un posible sucesor que podría reforzar la presencia de la Iglesia en Asia.
- Pietro Parolin (Italia, 70 años): Secretario de Estado del Vaticano, con una sólida trayectoria diplomática y administrativa dentro de la Iglesia.
- Peter Turkson (Ghana, 77 años): Fue nombrado cardenal en 2003 y ha fungido en diversas áreas dentro del Vaticano, destacándose por su justicia social, su lucha por el medio ambiente y el desarrollo humano integral.
Otros nombres mencionados incluyen al cardenal africano Robert Sarah y al arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, quien ha descartado tener aspiraciones al pontificado.

La profecía del "Papa negro" y el fin del mundo
La muerte del Papa Francisco ha reavivado el interés en las profecías de Nostradamus, el vidente francés del siglo XVI. Algunos intérpretes sostienen que Nostradamus predijo la muerte de "un pontífice muy anciano" y la llegada de un "Papa negro", lo que ha sido vinculado con teorías apocalípticas que sugieren que el Papa Francisco sería el penúltimo pontífice.
Estas teorías se basan en interpretaciones de las profecías de Nostradamus y en el hecho de que en la Basílica de San Pablo hay espacio para un solo retrato papal más, lo que algunos asocian con el inminente Juicio Final.
El futuro de la Iglesia Católica
La elección del nuevo Papa será crucial para el futuro de la Iglesia Católica. El sucesor de Francisco deberá enfrentar desafíos como la secularización, las tensiones internas y la necesidad de continuar con las reformas iniciadas por su predecesor.
Además, el nuevo pontífice tendrá la responsabilidad de presidir eventos importantes, como el Jubileo de las Cofradías, programado para el 17 de mayo en Roma, que contará con la participación de reconocidas hermandades españolas.
En este contexto, la Iglesia Católica se encuentra en un momento de reflexión y expectativa, mientras el mundo observa atentamente el desarrollo del Cónclave 2025 y la elección del nuevo líder espiritual de más de mil millones de fieles.

¿Qué sucederá en el Cónclave 2025? Ritos, normas y secretismo
El Cónclave es uno de los procesos más solemnes y herméticos de la Iglesia Católica. Inicia oficialmente tras la muerte del Papa reinante, y su desarrollo está minuciosamente regulado por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por San Juan Pablo II y actualizada por Benedicto XVI.
Ceremonia inicial y juramento de los cardenales
Antes de que comiencen las votaciones, se celebra la Misa votiva Pro Eligendo Papa, donde los cardenales piden guía divina para la elección del nuevo Sumo Pontífice. Posteriormente, en una solemne procesión, los cardenales electores se trasladan a la Capilla Sixtina.
Una vez dentro, cada uno presta juramento de fidelidad, secreto absoluto y compromiso con el bien de la Iglesia Universal. La Capilla se cierra con el tradicional anuncio extra omnes (fuera todos), lo que indica que solo deben permanecer quienes participarán directamente en el proceso.
Un eclesiástico ofrece una meditación sobre la responsabilidad de elegir al nuevo líder espiritual. Finalizada esta reflexión, se retiran todos los no electores y los cardenales rezan conforme al Ordo Sacrorum Rituum Conclavis. El Cardenal Decano luego pregunta si están listos para comenzar la votación o si se requiere alguna aclaración sobre las normas.
Medidas extremas de confidencialidad
El Cónclave se lleva a cabo en completo aislamiento. Durante todo el proceso, los cardenales no pueden enviar ni recibir mensajes, tener acceso a noticias, medios de comunicación, ni hacer llamadas, salvo por razones médicas o urgentes. Toda comunicación con el exterior está estrictamente prohibida para evitar cualquier influencia externa.
Los cardenales votan dentro de la Capilla Sixtina y los votos son quemados tras cada elección. El humo que sale de la chimenea instalada indica al mundo el resultado: negro si no hay decisión, blanco cuando se ha elegido un nuevo Papa.

El sistema de votación y pausas en caso de estancamiento
Para que un candidato sea elegido Papa, debe obtener una mayoría de dos tercios del total de electores presentes. Si el número de cardenales no es divisible por tres, se añade un voto adicional.
Si la votación comienza por la tarde del primer día, solo se realiza una votación. En días posteriores, se celebran dos por la mañana y dos por la tarde. Si después de tres días no hay resultado, se permite una pausa de hasta un día para oración, reflexión y una exhortación espiritual a cargo del Cardenal Protodiácono (en este caso, Dominique Mamberti).
Este ciclo puede repetirse tras cada siete votaciones fallidas. Si aún no se logra una elección, el Camarlengo puede consultar con los cardenales cómo proceder, aunque el requisito de una mayoría de dos tercios permanece inamovible tras las reformas de Benedicto XVI en 2007 y 2013.
¿Qué ocurre tras la elección del nuevo Papa?
Una vez que un candidato obtiene los votos necesarios, se le pregunta si acepta su elección canónica como Sumo Pontífice. Si acepta, se le pide que elija su nuevo nombre. El acta de aceptación es registrada por el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias, con dos ceremoniales como testigos.
Desde ese instante, el nuevo Papa asume plena autoridad sobre la Iglesia. Los demás cardenales le rinden homenaje y prometen obediencia. Luego, el Cardenal Protodiácono anuncia desde el balcón de la Basílica de San Pedro la icónica frase: "Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam", seguida del nombre del nuevo pontífice.
El nuevo Papa entonces imparte su primera bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo). En las semanas siguientes, celebrará la misa de inicio de su pontificado y tomará posesión de la Archibasílica de San Juan de Letrán, catedral oficial del Obispo de Roma.

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