- 29 de noviembre de 2024
Las acciones de Oskar Schindler serán recordadas como uno de los actos humanos más importantes en la historia mundial.
Nacido el 28 de abril de 1908 en Moravia, entonces parte del Imperio Austrohúngaro, Oskar Schindler demostró desde muy temprana edad ser un hombre práctico. Después de graduarse en un instituto técnico a los 16 años, en su juventud realizó una gran variedad de trabajos: vendedor de maquinaria agrícola, mecánico, director de una autoescuela, etc. En uno de estos trabajos conoció a Emilie Pelz, con quien se casó en 1928.
[Síguenos en nuestro canal de WhatsApp. Da clic aquí]
La familia Schindler, incluyendo a su esposa, formaba parte de los grupos de habla alemana que, tras la Primera Guerra Mundial y la caída del Imperio Alemán, habían sido integrados en los países de nueva creación. En los Sudetes, la región de Checoslovaquia en la que vivían, el sentimiento nacionalista partidario de la anexión a Alemania se había hecho fuerte después del ascenso de Hitler al poder en enero de 1933.
Fue en ese año cuando Schindler solicitó la afiliación al Partido Alemán de los Sudetes (SDP), en la órbita del Partido Nazi. Nunca dejó constancia de sus motivaciones, pero, de acuerdo con las personas que lo han estudiado, esta fue una decisión práctica: el SDP se encontraba en pleno ascenso, y formar parte de él facilitaba contactos y trabajo.
Te puede interesar: El fin de semana más triste en la historia de la F1: el Gran Premio en el que murió Ayrton Senna
Durante más de dos años, trabajó como espía para la Abwehr, el servicio de inteligencia alemán, al que, en teoría, no se le permitía operar. Sus trabajos consistían en reunir información sobre las infraestructuras y el ejército de Checoslovaquia en vistas a la futura invasión nazi del país.
No obstante, en julio de 1938 fue descubierto, encarcelado y sentenciado a muerte. Solo se salvó gracias a que, en septiembre de ese mismo año, se firmaron los Acuerdos de Múnich, que, además de la anexión de los Sudetes al Tercer Reich, preveían la liberación de prisioneros alemanes en Checoslovaquia.
Su transición de espía a empresario
Tras la invasión de Polonia, Schindler se instaló en Cracovia, donde emprendió una doble carrera: por un lado, era propietario de una fábrica de esmaltes llamada "Emalia", y por otro, participaba en el mercado negro; dos ocupaciones que resultarían estar muy conectadas entre sí.
La fábrica había pertenecido a un consorcio propiedad de judíos que se había declarado en bancarrota y fue comprada por Schindler, quien decidió conservar a los trabajadores. Los judíos, bajo la ocupación nazi, cobraban un salario muy bajo fijado por ley, como muchas otras cosas en esa época.
En agosto de 1940, el gobernador general de Polonia emitió la orden de desplazar a todos los habitantes judíos a campos de concentración, excepto aquellos que fueran empleados en industrias que contribuyeran a la economía de guerra, como era el caso de Emalia, que producía, entre otras cosas, los casquetes para la munición. Usando sus contactos en esferas militares, Schindler consiguió una extensión para sus trabajadores.
Sus intenciones, por aquel entonces, ya no se limitaban al mero interés, ya que para conseguir dichas exenciones a menudo tuvo que recurrir al soborno y pagar de su propio bolsillo. Sus contactos en el mercado negro se revelaron muy útiles, ya que a través de ellos podía conseguir artículos de lujo o prohibidos por el régimen nazi, que resultaban muy tentadores para los altos oficiales.
El soborno también le permitió recopilar la famosa lista que en 1993 dio nombre a la película de Steven Spielberg. Una prueba de su implicación y capacidad de convicción fue la visita que recibió en 1944 por parte de Amon Göth, el temible "carnicero de Cracovia" que dirigía con puño de hierro el campo de exterminio de Plaszow, en las cercanías de la ciudad.
Göth quería desplazar todas las fábricas de guerra al interior del campo, pero Schindler lo convenció para que le permitiera construir su propio subcampo en los terrenos de la fábrica, consiguiendo incluso trasladar a varios centenares de trabajadores judíos de otras fábricas cercanas. Esto los salvó del reinado de terror de Göth, tristemente conocido por su afición a las ejecuciones arbitrarias.
Con el avance del Ejército Rojo soviético en Polonia, Schindler se dio cuenta de que su destino pendía de un hilo: sin importar sus acciones para salvar a más de mil judíos, seguía siendo un miembro del Partido Nazi y un ex oficial de la Abwehr, lo que lo convertía en un criminal de guerra.
Varios miembros del consorcio al que había comprado la fábrica prepararon un atestado en el que lo defendían como responsable de haber salvado la vida de los trabajadores de su fábrica y a muchos más. Sin embargo, tenían dudas sobre la reacción del ejército soviético, por lo que en mayo de 1945 le ayudaron a escapar con su familia a Suiza.
Gracias a la mediación de judíos influyentes, Oskar Schindler pudo salvarse de ser procesado, pero era persona non grata para muchos; Checoslovaquia aún lo reclamaba por sus actividades de espionaje y su papel en la anexión de los Sudetes. Por su parte, prácticamente no le quedaba dinero a causa de todo lo que había gastado en sobornos y en la construcción del subcampo en su fábrica.
Te puede interesar: Irmgard Furchner, la anciana que escapó para no ser juzgada por crímenes de guerra
En 1962, el Yad Vashem (la institución memorial del estado israelí para las víctimas del Holocausto) invitó a Schindler y a su mujer a una ceremonia en su honor y les otorgó la condecoración de Justos entre las Naciones, un reconocimiento reservado a personas no judías que ayudaron o protegieron a las víctimas del Holocausto.
A su muerte, el 9 de octubre de 1974, Israel le concedió un último honor: el de ser enterrado en Jerusalén, en el cementerio católico del Monte Sion, algo insólito para un exmiembro del Partido Nazi. Así terminó la vida contradictoria de un hombre que, de villano, vivió lo suficiente para convertirse en héroe.
La película La Lista de Schindler, dirigida por Steven Spielberg, se estrenó en Estados Unidos el 15 de diciembre de 1993. Dicho film recibió aclamación de la crítica y fue un éxito tanto en taquilla como en premios, ganando varios premios Oscar, incluidos Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion Adaptado.
El estreno de la película en Washington D.C. el 30 de noviembre de 1993 fue una decisión estratégica y significativa, relacionada tanto con el contexto histórico de la película como con su propósito de generar conciencia sobre el Holocausto.
Te invitamos al Newsletter de Quinto poder completamente gratis.
Notas Relacionadas
3