- 01 de octubre de 2024
El cilantro ha subido de precio drásticamente, afectando principalmente a amas de casa, comerciantes y locatarios del mercado, sufriendo las consecuencias por las altas temperaturas y la prolongada sequía
Imagina llegar a tu taquería favorita y pedir unos tacos de carnitas bien surtidos con verdura. El taquero, con una sonrisa apenada, te dice: "¿Cilantro? Mejor te pongo más carne, ¡el cilantro está por las nubes!" Así, los tacos pierden un poco de su encanto y tu bolsillo se resiente. La historia del cilantro, esa hierba indispensable en la cocina mexicana, es hoy testigo de precios elevados como resultado de una sequía de agua severa.
En los mercados y en los tianguis, las amas de casa y los comerciantes están alarmados, sobre todo cuando se dan cuenta que el precio del cilantro se ha disparado. Antes, un manojo de cuatro kilos costaba 80 pesos en la Central de Abasto. Hoy, ese mismo manojo puede alcanzar los 500 pesos. Se duplicó el precio de los manojitos de cilantro de 110 gramos al consumidor, esa cantidad antes se vendía en cinco pesos, pero ahora se da a 10.
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Las razones ante este alarmante costo, son la sequía y las altas temperaturas que han afectado la producción de cilantro en Puebla, su principal proveedor. Y no es solo el cilantro; otras verduras también han visto incrementos. El chayote, por ejemplo, pasó de 18 a 60 pesos por kilo, y la lechuga de 10 a 35 pesos por pieza.
Con el calor y la sequía prolongada, la situación no parece mejorar a corto plazo. El cilantro, que antes era un elemento básico y accesible en la cocina mexicana, se ha convertido en un lujo. Las amas de casa y los comerciantes tienen que adaptarse a esta nueva realidad, buscando alternativas y ajustando sus recetas para hacer frente a los altos costos.
Esta crisis con el cilantro es un recordatorio de cómo los fenómenos naturales, como la sequía y el calor extremo, pueden afectar profundamente nuestras vidas cotidianas. Desde las amas de casa hasta los taqueros y locatarios, todos están sintiendo el impacto. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que el cambio climático no es algo del futuro, esta presente y comienza afectar en más ámbitos de lo normal.
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Es crucial que se tomen medidas para enfrentar los desafíos climáticos que afectan la agricultura y, en consecuencia, nuestra alimentación. Las autoridades y la comunidad deben trabajar juntas para encontrar soluciones sostenibles que garanticen la disponibilidad de productos esenciales a precios accesibles.
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