- 13 de septiembre de 2024
El 28 de julio se reconoce como el Día Mundial contra la Hepatitis, para crear conciencia sobre la importancia de esta enfermedad y sus deri
En el marco del Día de la Hepatitis, es importante concientizar sobre esta enfermedad que afecta al hígado, un órgano esencial para diversas funciones vitales en nuestro cuerpo. La hepatitis se clasifica en cinco tipos principales: A, B, C, D y E, cada uno con sus características y formas de contagio particulares.
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- Hepatitis A (VHA): Este tipo de hepatitis se transmite principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados, aunque también puede propagarse por prácticas sexuales. Por lo general, provoca una infección leve con síntomas como fiebre, pérdida de apetito, calambres estomacales, ictericia y fatiga. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, la recuperación no requiere tratamiento y la enfermedad no se vuelve crónica. La prevención incluye el lavado de manos y la atención al consumo de agua y alimentos al viajar.
- Hepatitis B (VHB): Es una de las formas más preocupantes de hepatitis, ya que puede provocar cirrosis y cáncer de hígado. Se transmite a través del contacto con líquidos corporales de una persona infectada, como sangre, semen y otros fluidos. La prevención se basa en el uso de prácticas sexuales seguras, evitar compartir objetos contaminados (agujas, jeringas, cepillos de dientes, etc.) y la vacunación, que ha reducido significativamente su incidencia.
- Hepatitis C (VHC): Esta variante se transmite principalmente por la exposición a sangre contaminada, como a través de transfusiones o el uso compartido de jeringas. A diferencia de otros tipos, no existe una vacuna contra la hepatitis C. Si bien algunas personas pueden eliminar la infección de forma espontánea, otras pueden requerir tratamiento con antivíricos. La prevención se centra en la higiene de manos y el uso seguro de inyecciones.
- Hepatitis D (VHD): Esta enfermedad solo afecta a personas previamente infectadas por hepatitis B, ya que necesita el virus de tipo D para sobrevivir. La transmisión es similar a la del tipo B y puede empeorar la infección y los síntomas.
- Hepatitis E (VHE): Al igual que la hepatitis A, la hepatitis E se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. A diferencia del tipo A, no hay una vacuna disponible para la hepatitis E.
La hepatitis puede ser una enfermedad aguda y curable en ciertos casos, o volverse crónica y causar daño hepático progresivo. Por esta razón, es importante el diagnóstico temprano y el seguimiento adecuado. En el caso de hepatitis B y C, donde la prevención y el tratamiento son fundamentales, eliminar la enfermedad para 2030 podría evitar millones de infecciones y salvar muchas vidas.
Es esencial promover la conciencia sobre la hepatitis, sus diferentes tipos y las medidas preventivas para proteger nuestra salud hepática y evitar la transmisión a otras personas.
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