La cocaína es una de las drogas más populares y adictivas del mundo, pues es fácilmente elaborada con la hoja de la planta de coca, originaria de Sudamérica y Centroamérica. Junto con la mariguana, el tabaco y el alcohol, la cocaína es de las drogas más comercializadas por el crimen organizado.
De acuerdo con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, una adicción es una compulsión irracional, es decir, las acciones que ya no se pueden controlar antes o después de consumir una sustancia. Las adicciones se identifican por conductas como aislamiento social o rechazo hacia familiares o amigos.
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Generalmente las adicciones causan la pérdida de apetito y disminuye el consumo de agua, lo cual lleva a la desnutrición. Por eso es importante prevenir y detectar a tiempo el consumo de drogas, principalmente entre los jóvenes, para atender el problema antes de que sea demasiado tarde, asegura el epidemiólogo López-Gatell.
¿Qué es la cocaína y qué efectos causa a largo plazo?
La droga estimulante y altamente adictiva es elaborada con las hojas de la planta de coca, específicamente con el exctracto, ya que las hojas por sí mismas no causa efectos, como piensan algunas personas. La presentación más popular de la cocaína es el polvo blanco, el cual generalmente se inhala por la nariz y provoca efectos de inmediato.
El crack es un derivado de la cocaína que se calienta y se fuma. El crack es una de las presentaciones más populares junto con el polvo blanco. A la cocaína también se le conoce como piedra, perico, blanca nieve, doña blanca, caspa del diablo, cebollitas, grapas, líneas, rayas, puntos, entre muchos otros nombres.
Actualmente la cocaína ya no tiene un uso médico, debido a que es altamente adictiva. Se vende principalmente como un polvo blanco fino cristalizado, y se puede consumir aspirada, fumada, intravenosa y en encías. Estas formas de consumirla causan los siguientes daños irreversibles a la salud:
- Aspirada: Pérdida de olfato, hemorragias nasales, nariz con goteo frecuente y problemas para tragar.
- Ingerida: Deterioro del intestino debido a la reducción de flujo de sangre.
- Fumada: Tos, asma, dificultad para respirar y mayor riesgo de contraer enfermedades como la neumonía.
- Intravenosa: Riesgo de contraer el VIH, hepatitis C y otras enfermedades transmitidas por sangre; infecciones de la piel y colapso de las venas.
"La cocaína produce una disminución del flujo sanguíneo, aumenta importantemente el riesgo de infartos cerebrales, infartos cardíacos, embolismo, tanto en la circulación cerebral como en otras partes del organismo", detalló el también experto en Epidemiología, Hugo López-Gatell, quien sentenció que el consumo excesivo de esta sustancia lleva directamente a la muerte.
El uso de cocaína se ha asociado con el involucramiento en el crimen organizado, bajo rendimiento y abandono escolar, así como rompimiento de lazos familiares. Una persona adicta a la cocaína puede volverse violenta y agresiva con sus amigos y seres queridos, por lo que tienen más vulnerabilidad para cometer delitos.
"Muchas personas abandonan el hogar, abandonan los puentes de relación con la familia o con las amistades, porque están urgidos de consumir y entonces prefieren escaparse. Obviamente escaparse a un mundo irreal que obviamente los lleva a una gran degradación personal y colectiva", explicó el subsecretario Hugo López-Gatell. Síguenos en Google News para recibir más información.