La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que se detectó una nueva variante del COVID-19, una nueva cepa denominada XE, la cual sería el resultado de la combinación entre la variante original de Ómicron (BA.1) y el sublinaje BA.2, y que podría situarse como la más contagiosa.
Pese al descenso de contagios, la OMS mantiene el estudio de las nuevas variantes, reconociendo actualmente hasta tres nuevas mutaciones, denominadas XD y XF, junto a la ya nombrada XE, la cual sería la que más preocupa a las autoridades sanitarias.
La variante XE, según se destaca en el informe del 29 de marzo, se habría detectado por primera vez en el Reino Unido el 19 de enero, con más de 600 secuencias identificadas.
"Alta preocupación"
Las primeras estimaciones de la OMS sobre la variante XE indican una ventaja en la tasa de crecimiento de un 10 por ciento en comparación con BA.2, sin embargo, este hallazgo aún requiere de confirmación adicional.
Por ello, la OMS ha clasificado a la variante XE como de "alta preocupación", puesto que nace de la combinación de dos cepas muy contagiosas, Ómicron (BA.1) y Ómicron silencioso (BA.2).
La organización también resalta que el estudio de la propagación del Covid se ha complicado durante las últimas semanas debido a que se realizan menos pruebas diagnósticas, lo que provoca que los datos son menos significativos y menos sólidos.
Por ello, la OMS señaló que es más difícil de rastrear dónde está el virus, cómo se propaga y cómo evoluciona, siendo clave la investigación para estimar la posibilidad de entrar en una nueva fase de la pandemia.
Las primeras estimaciones del estudio de la OMS no indican que la nueva variante tenga síntomas diferentes a los generados por las cepas conocidas ni tampoco una mayor gravedad, pero consideran que continuará la fiebre, la fatiga, la secreción nasal, el dolor de garganta y de cabeza.