Desde niños siempre nos inculcaron la idea de que teníamos que esperar entre treinta minutos y una hora para nadar después de comer pero la realidad es que no existe ningún sustento científico para asegurar que puede pasar alguna tragedia si no seguimos esa regla.

¿Realmente es peligroso nadar después de comer?
¿Realmente es peligroso nadar después de comer?

La escena es clásica. La familia está de vacaciones en la playa. Los hijos acaban de comer y quieren regresar a divertirse al mar. Pero la mamá los detiene con una frase como esta: "No. Tienen que esperarse una hora si no les puede dar un calambre y se pueden ahogar, niños."

La lógica de este mito establece que después de comer nuestro sistema digestivo secuestra la sangre del cuerpo para poder realizar su tarea. Esto obliga a no ejecutar ningún tipo de actividad física porque puede provocar fatiga o calambres en el individuo. Esta fatiga al final deja imposibilitada a la persona para nadar y muere ahogada.

 

No poder nadar después de comer es un mito que ha pasado de generación en generación para quedarse en el inconsciente colectivo pero no existe ninguna validez científica para darle sustento.

El doctor Michael Boniface, especialista de urgencias médicas de la Clínica Mayo, aseguró en una entrevista que al nadar después de comer puede presentarse algún tipo de calambre pero que esto no pone en riesgo de ninguna manera al nadador.

El origen de este mito es incierto pero según la publicación Snopes, un párrafo dentro del manual de los Boy Scouts de 1908 es el culpable de la permanencia de este mito en la mente de los nadadores del mundo:

Primero, existe el peligro de tener calambres. Si te bañas antes de que su cumpla una hora y media después de tomar una comida, es decir, antes de que se digiera tu comida, es muy probable que tengas calambres. Los calambres harán que te dobles del dolor de modo que no puedas mover los brazos o las piernas. Te puedes ahogar y será culpa tuya", se lee en el manual.

Lo único en lo que los especialistas están de acuerdo es que meterse a nadar después de comer mucho puede provocar náuseas en caso de tener una sesión vigorosa. E incluso se puede dar el clásico dolor de caballo a un costado del vientre. Esto no implica de ninguna manera un peligro de ahogamiento para el nadador.

Este artículo es informativo. Consulta por favor a un profesional de la salud para cualquier duda médica.

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