- 13 de septiembre de 2024
La primera respuesta al respecto se contesta con otra pregunta: ¿malo para quién?Debemos tomar en cuenta que unas de las causas del rápido deterioro de medio ambiente es la ganadería. La crianza de ganado vacuno con fines alimenticios emite una cantidad enorme de gas metano al aire y consume tanta agua como un poblado pequeño.

Por otro lado, la pesca excesiva e indiscriminada ha mermado la población de especies que se alimenta de bancos de peces de consumo humano, como sucede con la vaquita marina, que es atrapada por los barcos pesqueros y sus redes de arrastre.

La piscicultura o crianza de peces y mariscos en granjas permite abastecer las necesidades del mercado a nivel mundial sin tener que depredar las especies salvajes.

Tan sólo en México, se producen cerca de 225 mil toneladas de pesca continental, es decir, en lugares como San Luis Potosí o Puebla que no tienen mar y ocupan los primeros lugares, a nivel nacional, en esta industria.

El costo de producción se reduce debido a que no se requiere desplazar una flota de barcos pesqueros con sus respectivas tripulaciones, y también la cadena de suministros se acorta. Además, los estanques se pueden construir en lugares no propicios para la agricultura o la ganadería y la calidad del producto puede ser controlada.

Por otro lado, se encuentra el dilema de la calidad del alimento con el que se engorda a los pescados y mariscos de granja, así como el uso de antibióticos y hormonas de crecimiento que supuestamente se agregan para reducir los tiempos de crianza y aumentar la productividad.

Esto ocurre principalmente con especies como el basa y la tilapia, importadas de Vietnam, China y Camboya, las cuales han sido víctimas de campañas de desprestigio a nivel mundial.

Estos peces de agua dulce, originarios de Asia, son criados en jaulas dentro de los mismos ríos donde se encontrarían en estado salvaje.
Debido a su rápido crecimiento y a que no requiere condiciones especiales para su crianza, resulta barato de producir y se comercializa a bajo precio.

Una de las posibles desventajas de este tipo de pescados, y otros como el salmón de granja, es su bajo contenido de ácidos grasos Omega-3, esto se debe a la falta de movimiento del pez en su jaula.

La COFEPRIS (Comisión para la Prevención de Riesgos Sanitarios) afirma que tanto el basa como la tilapia importados desde Asia, no contienen más mercurio que especies de consumo frecuente como el atún.
