- 30 de diciembre de 2025
Entre globos blancos y lágrimas, familiares, maestros y vecinos despidieron a Elena, la niña de 6 años que murió en el accidente del Tren Interoceánico.

El silencio, interrumpido por sollozos y oraciones, marcó la despedida de Elena, la niña de seis años que perdió la vida tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico en Oaxaca. La comunidad de San Pedro Comitancillo se volcó en un adiós colectivo cargado de dolor, incredulidad y preguntas que aún no tienen respuesta.
Te puede interesar: "Se fueron a pasear y no volvieron": Doña Jovita perdió a dos hijas y a su yerno en la tragedia del Tren Interoceánico
El accidente, ocurrido el pasado domingo, dejó un saldo de 13 personas fallecidas y decenas de heridos. Entre las víctimas estaba Elena Solorza Cruz, la más pequeña, cuya muerte se convirtió en símbolo del impacto humano de la tragedia. Este martes, familiares, vecinos, maestros y compañeros de escuela se reunieron para rendirle homenaje y acompañar a sus padres en uno de los momentos más difíciles de sus vidas.
Un adiós blanco y silencioso
Desde temprana hora, la primaria donde estudiaba Elena realizó un pase de lista especial. Vestidos de blanco y sosteniendo globos del mismo color, sus compañeros y maestros se formaron en señal de respeto. La ausencia tras decir su nombre fue el momento más duro: una silla vacía que pesó más que cualquier palabra.
El cortejo continuó hacia la iglesia de San Pedro Mártir, donde se celebró la ceremonia religiosa. El templo se llenó de flores, veladoras y miradas perdidas. No era sólo una despedida individual, era el duelo de todo un pueblo.
Durante el homenaje, la voz más difícil de escuchar fue la de su maestra de primer grado, Amisadait Santiago Rasgado, quien habló con el llanto contenido frente a alumnos y padres de familia.
"Ella no debía de morir, ella era el ángel de su hogar, ella era ángel de aquí de la escuela, del salón", añadió.

El sueño que terminó en tragedia
A sus seis años, Elena tenía una ilusión sencilla: viajar en tren. Aquella mañana abordó el Tren Interoceánico acompañada de su abuela y otros familiares, sin imaginar que ese trayecto terminaría de forma trágica. El descarrilamiento interrumpió su sueño y cambió para siempre la vida de su familia.
Su abuela sobrevivió al accidente, pero fue trasladada a un hospital de la capital oaxaqueña para recibir atención médica. Mientras tanto, la noticia de la muerte de la menor se extendió rápidamente por San Pedro Comitancillo, sumiendo a la comunidad en un luto inmediato.
Un vecino, Aristóteles, resumió el sentir colectivo al expresar:
"La tristeza es evidente, el pueblo está de luto, es una tragedia".
El dolor de una comunidad entera
La despedida de Elena no fue sólo un acto familiar. Vecinos, conocidos y personas que nunca habían tratado directamente con la niña acudieron para acompañar a sus padres, Eduardo y Belén. Abrazos silenciosos, lágrimas compartidas y gestos de solidaridad rodearon a la familia durante todo el día.
Sus padres, visiblemente afectados, agradecieron las muestras de apoyo recibidas. En medio del dolor, encontraron consuelo en el respaldo de una comunidad que hizo suyo el duelo y que hoy exige respuestas sobre lo ocurrido.
Aunque el descarrilamiento del Tren Interoceánico dejó múltiples víctimas, el nombre de Elena resuena con fuerza por su corta edad y por la injusticia que muchos perciben en su muerte. Su historia recuerda que detrás de cada accidente hay vidas truncadas, familias rotas y comunidades marcadas para siempre.

Para más noticias, no dudes en seguirnos en Google News y en nuestro canal de WhatsApp para recibir la mejor información. Te invitamos a suscribirte gratis a nuestro Newsletter.






