Ya son tres alumnos muertos en la Secundaria Técnica 108; protestan contra acoso escolar

La comunidad escolar de la Secundaria Técnica Número 108, ubicada en la alcaldía Tláhuac, enfrenta una crisis sin precedentes después de que se confirmara la tercera muerte de un estudiante en menos de un año. Madres y padres de familia atribuyen estos casos a un ambiente educativo marcado por humillaciones, gritos y actitudes que, según denuncian, vulneraron emocionalmente a los adolescentes.

Las manifestaciones recientes en las inmediaciones del plantel buscan presionar a las autoridades educativas para intervenir y establecer medidas de protección claras.

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Tres muertes que encendieron las alarmas

De acuerdo con las familias, los tres estudiantes cursaban la secundaria y tenían edades entre 12 y 15 años. Aunque los hechos ocurrieron fuera del plantel, los denunciantes señalan que los menores habían expresado experiencias de maltrato por parte de personal docente y acoso escolar por parte de sus compañeros. Las fechas de las tragedias muestran la gravedad de la situación: 

• Diego falleció el 20 de enero de 2025
• Fernanda murió el 2 de noviembre de 2025
• Dayana, la más reciente víctima, el 24 de noviembre de 2025.

Las madres y padres aseguran que en la escuela prevalece un trato que afecta la salud emocional del alumnado. Entre los mensajes compartidos en grupos escolares, una madre expresó: 

"Queremos escuelas con protocolos reales, maestros capacitados en manejo emocional y autoridades que actúen antes de que sea demasiado tarde".

Los presentes en la manifestación han reiterado que la escuela debe ser un espacio seguro, donde los adolescentes puedan sentirse escuchados, protegidos y atendidos ante situaciones de conflicto o estrés.

Acusaciones directas contra docentes

Los reclamos se intensificaron tras la difusión de audios que, según familiares de Dayana, muestran el trato que recibía por parte de una maestra. De manera directa, Sandy Juárez, hermana de la adolescente, afirmó: 

"Dayana nos mostró audios donde una maestra le hablaba con gritos, con faltas de respeto y sin considerar sus emociones. Eso no es educar".

Sandy también compartió una reflexión destinada a destacar la responsabilidad adulta sobre el cuidado emocional de menores: 

"Los adultos tenemos la responsabilidad de cuidar la salud mental de nuestros niños, no de quebrarla".

Estas declaraciones se viralizaron rápidamente, sumando presión pública hacia la institución y hacia las autoridades educativas encargadas de supervisar el ambiente escolar.

Antecedentes de problemas no atendidos

La situación en la Secundaria Técnica 108 no es completamente nueva. Meses antes, el plantel estuvo en el centro del debate público debido a un episodio de acoso escolar que terminó en un enfrentamiento entre madres de familia. De acuerdo con reportes difundidos entonces, aquel caso evidenció fallas en los mecanismos de convivencia y respuesta institucional.

Pese a estos antecedentes, madres y padres aseguran que no se implementaron estrategias efectivas para prevenir dinámicas de maltrato o garantizar canales de apoyo psicológico para estudiantes que enfrentaran situaciones críticas.

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Demandas de la comunidad escolar

Los manifestantes han expuesto una lista de solicitudes concretas dirigidas a la Secretaría de Educación Pública y autoridades capitalinas. Entre ellas destacan la intervención de instancias investigadoras, la revisión del desempeño docente, la implementación de protocolos antibullying, capacitación en manejo emocional y la creación de un servicio de atención psicológica permanente para el alumnado.

Durante la protesta, grupos enteros de padres insistieron en que el enfoque debe priorizar la salud mental infantil. La convocatoria se mantendrá activa hasta que se garantice una evaluación profunda de las prácticas escolares y se tomen medidas que eviten futuras tragedias.

En publicaciones compartidas en redes sociales por Sandy Juárez y otros familiares de las víctimas, se ha insistido en la urgencia de modificar la cultura escolar para prevenir más pérdidas dolorosas. En un mensaje que sintetiza la preocupación colectiva, se señaló:

"Esto no es un ataque: es un llamado urgente a la conciencia. Por Dayana. Por Diego. Por Fernanda. Por todos los niños que hoy callan lo que sienten. Hablar salva vidas. Escuchar también".

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