¿Quién era Yusvely Núñez, la joven venezolana que murió en el puente de Angelópolis?

El atardecer del 22 de octubre de 2025 se tiñó de tristeza en Puebla. Desde el puente peatonal que conecta la Vía Atlixcáyotl con el Centro Integral de Servicios (CIS), una joven de apenas 20 años, identificada como Yusvely Marianny Núñez Rodríguez, perdió la vida.

Su historia, ahora viral, revela no sólo la tragedia de una joven migrante venezolana, sino también la urgencia de mirar con sensibilidad los temas de salud mental, violencia y abandono emocional.

De acuerdo con los primeros reportes, minutos antes del hecho, Yusvely habló por teléfono con su pareja. Le expresó su intención de terminar con todo y, aunque él pidió ayuda, las autoridades no lograron llegar a tiempo. Su cuerpo fue hallado sin vida bajo el puente, mientras testigos resguardaban la zona en espera de paramédicos.

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¿Quién era Yusvely Marianny Núñez Rodríguez´

Yusvely llegó a México con la esperanza de empezar una nueva vida. Tenía 20 años, era originaria de Barcelona, Venezuela, y se había establecido en Cuautlancingo, Puebla, donde intentaba construir un futuro lejos de su país natal. En redes sociales se mostraba como una joven alegre, amante de los postres, los días soleados y los pequeños placeres cotidianos.

En una de sus publicaciones, escribió con dulzura:

"¡Oh! Soy tan feliz cuando como, aunque realmente me lleno muy rápido. ¿Sabías que entre el dulce y lo salado, soy Team Dulce? Podría comer galletas por el resto de mi vida".

Esa sencillez, reflejada en sus palabras, mostraba a una joven sensible y divertida, pero detrás de su sonrisa se ocultaba una historia marcada por soledad, dolor y falta de escucha.

Una carta que retrata una vida incomprendida

El 22 de octubre de 2025, Yusvely compartió en su cuenta de Instagram una carta que se convirtió en su despedida. En ella, dejó un retrato íntimo de sí misma: una joven con una enorme capacidad de sentir, que vivía entre el cariño y la incomprensión.

"¡Holaaa a todos! jeje. Esta es mi última publicación y les quería dejar un mensaje de que los quiero mucho, échenle muchas ganas a la vida, yo muchas veces creí que tenía potencial para algunas cosas, pero me terminé convenciendo de que no, la vida es bonita, adoro vivir y sentir los rayitos de sol en mi piel y las gotas de lluvia en mi cabello."

En su mensaje, Yusvely se describe con una mezcla de humor y tristeza, consciente de sus batallas emocionales. Escribe sobre su habitación como un reflejo de su mente:

"Por miedo a fracasar nunca me animé a hacer nada con mi vida y cada día que pasaba mi cuarto se volvía una habitación de putrefacción, acumulación, mal olor, vergüenza, miedo, lujuria, decepción, ansiedad y desesperación... entrar a mi habitación era como ver una mente desastrosa."

Su carta también deja ver la compleja relación que tenía con su familia y, especialmente, con su madre.

"La mayoría de mi vida nunca me sentí realmente querida, nunca tuve muchos amigos, tampoco era cercana con mi propio hermano y siempre pensé que era una carga para mami. (Lo siento mami jeje). Espero puedas perdonarme por hacerte enojar muchas veces y tomar tus cosas sin permiso."

Pero entre líneas, Yusvely deja ver que su dolor iba más allá del desánimo. Relató un episodio de abuso s*xu*l en su infancia y la indiferencia con la que fue recibida al compartirlo:

"Aunque a veces te contaba cosas y sentía que no me prestabas mucha atención, como que hubo abuso s*xua*l de parte de mi hermano y ni siquiera me preguntaste cómo me sentí o te sentaste a hablar conmigo, solo me regañaste y me preguntabas: ¿Y tú por qué no me dijiste eso? Era solo una niña."

Aun así, no escribió desde el rencor. En cada frase hay amor, nostalgia y una necesidad de reconciliación.

"Siempre fuiste a quien más admiré, mima. Perdón por no haber sido como tú querías."

Una joven que aún creía en la belleza del mundo

A pesar del sufrimiento, Yusvely no dejó de reconocer la belleza de la vida. Su última frase se ha convertido en símbolo de esperanza y empatía para quienes atraviesan momentos difíciles:

"La vida es bella, aprovéchala tontit@. Párate de la cama de depresión y sal a ver las nubes. Te amo".

Sus palabras, llenas de ternura, han resonado en miles de usuarios que hoy comparten su historia no como una simple tragedia, sino como una llamada de atención sobre la importancia de la salud mental y la escucha empática.

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Líneas de apoyo y prevención

La historia de Yusvely no debe repetirse. Si tú o alguien que conoces atraviesa un momento difícil, existen líneas de atención gratuitas y confidenciales en México:

• Línea de la Vida: 800 911 2000 (24 horas)
• SAPTEL: 800 472 7835 (atención psicológica a distancia, 24/7)
• Centros de Integración Juvenil (CIJ) o servicios de salud mental del IMSS, ISSSTE o las Secretarías de Salud estatales.

Pedir ayuda no es una muestra de debilidad. Es una forma de resistencia y de cuidado hacia uno mismo.

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