- 14 de octubre de 2025
Comerciantes del mercado popular tomaron justicia por su cuenta: desnudaron parcialmente a las presuntas ladronas, las pintaron con la palabra "Rata" y las obligaron a caminar en público

En San Martín Texmelucan, Puebla, la frustración por la delincuencia alcanzó un nuevo nivel de violencia. Tres mujeres acusadas de robar en repetidas ocasiones prendas de vestir en el tianguis local fueron capturadas por comerciantes, quienes decidieron "castigarlas" por su cuenta: las raparon, las desnudaron parcialmente y las exhibieron en la vía pública, mientras les escribían en la espalda la palabra "Rata" con plumones negros.
El episodio, ocurrido el lunes 13 de octubre, fue documentado en videos que circularon ampliamente en redes sociales, donde se observa cómo los locatarios, entre gritos y burlas, obligan a las mujeres a cubrirse con bolsas verdes de plástico. Las presuntas ladronas, sin más opción, las utilizan como toallas improvisadas mientras reciben insultos y humillaciones frente a decenas de testigos.
La escena, que se volvió viral en cuestión de horas, ha dividido opiniones entre quienes justifican el acto como una expresión de hartazgo y quienes lo consideran un linchamiento público disfrazado de justicia popular.

Un castigo fuera de la ley
Aunque la indignación ciudadana ante los robos en la zona es palpable, la acción de los comerciantes constituye un acto ilegal. De acuerdo con el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, "se prohíben las penas de muerte, mutilación e infamia contra una persona que haya cometido un crimen sin pasar por su debido proceso legal".
El texto constitucional también señala que "toda pena deberá ser proporcional al delito que sancione y al bien jurídico afectado", una advertencia que pone en evidencia la gravedad de recurrir a la justicia por mano propia.
Hartazgo social ante el aumento de la inseguridad
Detrás de este acto extremo se encuentra un contexto de creciente inseguridad en Puebla. Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), el robo o asalto —tanto a transeúnte como en transporte público— es el delito más frecuente en la entidad.
La tasa de delitos por cada 100 mil habitantes aumentó 14.4% respecto al año anterior, mientras que el 64.2% de la población de 18 años y más considera la inseguridad como el principal problema del estado. Le siguen la falta de acceso a la salud (34.5%) y el incremento de precios (31.9%).
En San Martín Texmelucan, uno de los municipios más afectados por los robos a comerciantes y transportistas, los locatarios aseguran haber presentado denuncias en múltiples ocasiones sin obtener respuesta. Este vacío institucional habría sido el detonante de la reacción violenta.
Entre la indignación y la impunidad
Los videos del castigo público reflejan un fenómeno que se repite con mayor frecuencia en distintas regiones del país: la desconfianza hacia las autoridades y la normalización de la justicia comunitaria, aun cuando implique violar derechos humanos.
Mientras las imágenes siguen circulando en redes, la autoridad local no ha emitido un posicionamiento oficial sobre si habrá consecuencias legales contra los responsables del ataque. Tampoco se ha confirmado si las tres mujeres denunciadas efectivamente habían cometido los robos que se les atribuyen.
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