VANDALISMO TURÍSTICO
Turistas estadounidenses rayan monolito de Peña de Bernal y se niegan a reparar el daño: "Todos lo hacen"
Una ciudadana estadounidense fue grabada rayando el monolito en Peña de Bernal en Querétaro
Un nuevo caso de vandalismo turístico reavivó el debate sobre el respeto al patrimonio natural y cultural en México. Esta vez ocurrió en la Peña de Bernal, en Querétaro, uno de los monolitos más grandes del mundo y sitio declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2009.
El pasado domingo, una mujer que se identificó como ciudadana estadounidense fue sorprendida rayando con plumón la superficie de la Peña, acompañada por tres personas más. El acto fue confrontado por Antonio, miembro de la comunidad indígena local y escalonero de la Peña, quien les explicó con firmeza pero sin agresiones que se trataba de un delito.
En el video difundido en redes sociales se observa a Antonio exigirles que borren el daño que habían causado. La respuesta fue una mezcla de justificaciones y evasivas:
"Yo soy ciudadana americana; soy ciudadana americana", dijo la mujer en español, como si su nacionalidad la eximiera de responsabilidad.
Cuando el vigilante les pidió borrar el grafiti, la mujer se negó con el argumento de que "no hay ningún aviso en la parte alta del cerro que prohíba hacerlo", y uno de sus acompañantes trató de entregarle el plumón a Antonio como si eso saldara el daño.
"Todos lo hacen", argumentaron los turistas. Finalmente, accedieron a intentar borrar el rayón con una piedra, pero no sin antes aclarar: "No voy a borrar lo que otras personas rayaron."
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Reacciones oficiales y sanciones
La Secretaría de Seguridad Pública del municipio de Ezequiel Montes informó que gracias a la intervención del ciudadano Antonio N. se logró identificar a los responsables. Aunque en un inicio se reportó que los policías locales fueron quienes despintaron el área afectada, el presidente municipal Iván Reséndiz declaró más tarde que dos de los turistas fueron detenidos y sancionados.
Reséndiz agregó que, además de la falta administrativa, el caso podría derivar en una sanción federal, debido al valor simbólico y legal que representa la Peña de Bernal como patrimonio protegido.
La Peña de Bernal, con sus 350 metros de altura, no solo es una atracción turística por su geografía imponente; también forma parte de los "Lugares de Memoria y Tradiciones Vivas de los Pueblos Otomí-Chichimecas de Tolimán", declarados por la UNESCO. Es un sitio con significado ritual para comunidades indígenas, quienes año con año realizan la tradicional subida de la cruz a la cima.
El acto de rayar este monumento no solo representó un daño físico, sino también una falta de respeto cultural y espiritual.
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