Hallan fosa en Jojutla con restos de 60 cuerpos, incluidos al menos 10 bebés

El horror volvió a Jojutla, tras una cuarta intervención en el panteón de Pedro Amaro, colectivos de familiares de desaparecidos confirmaron el hallazgo de más de 60 cuerpos enterrados de forma irregular, entre ellos al menos 10 bebés. La escena abrió las heridas de 2017, cuando salieron a la luz las prácticas ilegales de la Fiscalía de Morelos en entierros masivos sin identificación.

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Después de cuatro semanas de excavaciones en la fosa común del panteón municipal de la comunidad de Pedro Amaro, en Jojutla, Morelos, familiares de personas desaparecidas han confirmado un nuevo hallazgo, al menos 60 cuerpos fueron extraídos, incluidos bebés, niños y mujeres, enterrados presuntamente sin protocolos legales por parte de la Fiscalía estatal.

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No es la primera vez

Es la cuarta ocasión en que se interviene este cementerio, y nuevamente ha salido a la luz una práctica institucional que ha sido duramente señalada por organismos de derechos humanos, el uso de fosas comunes para enterrar restos humanos sin identificación plena, sin cadena de custodia y sin el conocimiento de los familiares.

"Están saliendo cosas que no imaginábamos. Nunca habíamos vivido una situación tan fuerte", relató Romana García, madre buscadora.

Otra de las mujeres participantes en la exhumación, Amalia Alejandra Hernández, señaló que las cifras aún son preliminares, debido a los problemas en la clasificación de los restos por parte de la fiscalía. "Hasta ahora hay más de 60 cuerpos. Entre 10 y 12 son bebés, y otra decena, mujeres. También hay huesos fragmentados que todavía no han sido contabilizados", dijo.

Reanudación de exhumaciones 

Los trabajos de búsqueda comenzaron en mayo de 2025, cuando la Fiscalía General del Estado anunció que se reanudarían las exhumaciones en Jojutla. Las autoridades estimaron un plazo de tres semanas para concluir esta fase, sin embargo, los trabajos fueron interrumpidos por daños estructurales en el panteón provocados por las lluvias del huracán Erick. Un informe técnico de Servicios Periciales detectó grietas en el muro perimetral del camposanto, ubicado a unos 60 kilómetros de Cuernavaca, lo que obligó a suspender las labores.

El panteón de Jojutla comenzó a ser intervenido en 2017, tras el hallazgo de otra fosa clandestina en la comunidad vecina de Tetelcingo, donde en 2015 se descubrieron decenas de cuerpos enterrados sin cumplir con los procesos forenses mínimos. Lo que entonces parecía un caso aislado resultó ser una práctica recurrente de la Fiscalía estatal: inhumar sin identificación plena, sin necropsia adecuada y sin informar a las familias.

Desde entonces, las exhumaciones en Jojutla se han realizado en cuatro etapas: en 2017, 2022, 2024 y ahora en 2025. Durante la primera intervención, las autoridades desenterraron más de 80 cuerpos en cuestión de días, casi el triple del número oficial reportado por la Fiscalía. Sin embargo, hasta la fecha, sigue sin haber una cifra consolidada de personas identificadas.

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No hubo un protocolo correcto 

Esta reciente excavación se realizó bajo condiciones técnicas limitadas. Según testimonios de los familiares, no se contó con un antropólogo físico ni con un arqueólogo adscrito a la Fiscalía, lo que pone en entredicho la calidad del procedimiento. "Queremos que el fiscal Edgar Maldonado venga en persona, que vea cómo trabajamos, que escuche a las víctimas. No es lo mismo leer un informe que ver la realidad", expresó Amalia. 

En un comunicado emitido el 26 de mayo, la Fiscalía señaló que se colocaron niveles para delimitar las zonas de búsqueda, y se comenzó con una excavación mecánica de hasta 50 centímetros. Posteriormente, se avanzaría a un metro de profundidad mediante técnicas arqueológicas y, finalmente, los restos serían extraídos manualmente para su análisis.

Ante el número de restos hallados, la titular de la Comisión Ejecutiva de Atención y Reparación a Víctimas del Estado de Morelos, Penélope Picazo, informó que se analiza una posible quinta fase de exhumación. La funcionaria también indicó que se buscará un acompañamiento más riguroso para garantizar la integridad de los restos recuperados.

Mientras tanto, los colectivos continúan esperando justicia, verdad y reparación. Cada cuerpo hallado representa una historia interrumpida, una familia rota y una deuda que las instituciones aún no han saldado.

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