- 27 de mayo de 2025
Minerva, madre de Misael, narró el terror que vivió al ver a su hijo inconsciente tras ser agredido por vender fruta.

Minerva no imaginó que al salir con su esposo para una sesión de hemodiálisis, volvería para encontrar a su hijo Misael, tirado en la banqueta, inconsciente.
El 21 de mayo, su rutina se transformó en pesadilla. En plena avenida Independencia Oriente, en el municipio de Tehuacán, Puebla, Misael, un joven vendedor de fruta de 22 años, fue golpeado y estrangulado por dos hombres que lo hostigaban desde hace tiempo. ¿El motivo? Ocupaba con su puesto la entrada de una refaccionaria.
"Al verlo tirado, dije yo, ´¿Qué? ¿Qué qué qué sucedió, no? De saber que si voy a llegar y ya no está´", narró Minerva, con la voz quebrada por el dolor en entrevista con ADN40. El miedo de perderlo aún le pesa en cada palabra.

"Me estorbas, quita tus cosas"
El propio Misael relató cómo fue amenazado previamente por sus agresores:
"Me dijo, ´No, quítate, es que es mi entrada´. Y le dije, ´No me voy a quitar´... Me estorbas, quita tus cosas, que no me dejas pasar".
Desde hace ocho años, Misael vende fruta en esa esquina. Abandonó la secundaria para trabajar y sostener a su familia, especialmente a su padre, quien vive con diabetes y perdió la vista hace cuatro años. Cada sesión de hemodiálisis cuesta hasta mil 300 pesos, una carga que Misael intenta cubrir a fuerza de trabajo diario.
"Él es un joven trabajador... mi apoyo tanto emocional como en el hogar, económico", dijo Minerva, describiendo el vacío que sintió al verlo tan vulnerable.

El ataque y la indignación
El video del ataque se viralizó rápidamente. Se ve cómo Julio Flores y su hijo Gerson N., presuntos responsables, lo golpean y lo estrangulan frente a su puesto, mientras su esposa trata sin éxito de detenerlos.
Pese a las lesiones graves —traumatismo craneoencefálico y esguince cervical—, el caso inicialmente fue clasificado solo como lesiones, lo que generó aún más indignación. La familia exige que se reclasifique como intento de homicidio.
Detenidos, pero no hay justicia completa
El gobernador Alejandro Armenta confirmó el jueves 22 de mayo la detención de los dos agresores, quienes fueron ubicados tras darse a la fuga.
Prometió aplicar "todo el peso de la ley", aunque hasta ahora ninguna autoridad ha explicado por qué el delito no se calificó con mayor gravedad.
Mientras tanto, la violencia escaló. Vecinos incendiaron la refaccionaria, el coche y la vivienda de los agresores. Policías municipales dispararon al aire para contener la multitud. No hay detenidos por esos hechos, pero el mensaje de la comunidad es claro: la impunidad no será tolerada.

"Me siento discriminado, más que nada humillado"
A pesar de las secuelas físicas, Misael conserva la fuerza para alzar la voz:
"Yo no estaba haciendo nada malo, estaba ganándome el sustento para mi hogar y pues sí, me siento discriminado, más que nada humillado".
Su caso refleja una de las múltiples violencias que enfrentan los comerciantes informales en México, una lucha diaria no solo contra la precariedad, sino también contra el desprecio y el abuso.
Hoy, Misael sigue recuperándose sin seguro médico ni garantías claras de justicia. Pero junto a su madre y vecinos, exige algo básico: respeto a la vida y al trabajo honesto.
Síguenos en WHATSAPP y suscríbete a nuestro NEWSLETTER para continuar siempre informado.
Notas Relacionadas
1
2
3