- 17 de marzo de 2025
El CJNG utiliza redes sociales para engañar a jóvenes con falsas ofertas de empleo y forzarlos a unirse a sus filas.

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha implementado un esquema de reclutamiento forzado utilizando redes sociales como herramienta principal. En 2017, un caso documentado reveló cómo jóvenes fueron contactados mediante anuncios de empleo falsos y trasladados a una casa en Puerto Vallarta, donde fueron retenidos contra su voluntad.

Un mensaje fuera de lugar
"Dígale a mi jefecita que la amo, que no se preocupe, que estoy trabajando. La siguiente semana les deposito un dinero. Los quiero, ando trabajando, todo relax, cuídense". Este fue el mensaje que recibió una familia de Jalisco el 3 de octubre de 2017. Sin embargo, no coincidía con la forma de expresarse de su hijo, quien había desaparecido un día antes.
Según la carpeta de investigaicón DESAP/3035/2017/AG04, consultada por Infobae, La madre del joven denunció su desaparición ante la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas. Su hijo había salido de la escuela a las 16:00 horas del 2 de octubre y, al no regresar a casa, inició su búsqueda con amigos y en hospitales, hasta que finalmente acudió a las autoridades para solicitar la activación de la Alerta AMBER.
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La investigación y el hallazgo de más víctimas
Las indagaciones llevaron a la policía hasta Puerto Vallarta. Un grupo de albañiles señaló que en una vivienda habían visto "varios muchachos". Al llegar al lugar, los agentes fueron recibidos por un joven que explicó que ahí había 22 jóvenes más, todos provenientes de diferentes lugares y que se habían conocido por Facebook. Aseguró que estaban ahí con fines de diversión y esparcimiento.
No obstante, el testimonio del joven reveló otra realidad. Relató que todo comenzó cuando vio una oferta de trabajo en redes sociales, cuya paga era de 4 mil pesos semanales. Al contactar con el número anunciado, recibió una llamada en la que solo le preguntaron si quería el empleo.
Minutos después, otro número con lada de Jalisco se comunicó con él: "¿Quieres el trabajo sí o no?". Al responder afirmativamente, le indicaron que se preparara, pues ya estaban afuera de su casa, aunque nunca dio la dirección de su hogar.
El joven, desconfiado, intentó postergar su salida. "Sí me quiero ir ahorita, pero el fin de semana es el cumpleaños de mi abuelo y lo quiero pasar con él. Dame chance de irme hasta el 2 de octubre".
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Amenazas y traslado a Puerto Vallarta
El 2 de octubre los hombres volvieron, sin embargo, el joven rechazó la oferta de trabajo, asegurando que ya había encontrado un lugar en donde pagaban mejor.
Los hombres que lo esperaban fueron tajantes. "Mira, cabrón, nosotros somos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y no andamos con mamadas, tú vas para la escuela de sicarios, así que súbete, sino voy a regresar y voy a levantarte a ti y a huevo te voy a llevar, y a toda tu familia la voy a matar".
Sin más opción, subió a un vehículo que lo llevó a la Central de Autobuses de Tlaquepaque, donde, junto con otro joven, fue obligado a abordar un camión con destino a Puerto Vallarta. Al llegar, los recogió una camioneta y los llevó a una casa de fachada blanca, de dos pisos. Ahí ya había cinco personas más.
Explotación dentro de la casa
En los primeros días, los jóvenes solo comían y dormían. Sin embargo, pronto comenzaron a ver armas y drogas dentro del lugar. "Me pusieron a hacer unas bolsitas con un tipo de droga, eso ya no me gustó", relató el joven.
El 4 de octubre, una camioneta llegó cargada con bolsas de metanfetamina. La orden fue clara: "¡A chambear!". Su trabajo consistía en empaquetar la droga en porciones específicas. Poco después, también llegaron armas de alto calibre.
El ambiente en la casa se volvió cada vez más hostil. "Haber, cabrones, ladilla para todos", les dijeron un día. Esto significaba que debían permanecer de pie sin moverse por horas, bajo amenaza de ser golpeados.
El 10 de octubre, la policía localizó la vivienda y rescató a los 22 jóvenes retenidos. Durante el operativo, los reclutadores insistieron en que todos estaban ahí por voluntad propia. Sin embargo, los testimonios confirmaron que muchos habían sido engañados y amenazados.
El caso expuso la forma en que el crimen organizado emplea redes sociales para captar jóvenes con falsas ofertas de empleo. Las autoridades han advertido sobre la necesidad de verificar la autenticidad de las ofertas laborales y han pedido a la ciudadanía que denuncie cualquier actividad sospechosa. No obstante, el uso de estas plataformas sigue siendo una herramienta efectiva para la captación de nuevas víctimas.
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