Marcha del Silencio en Ecatepec: más de 10 mil personas exigen alto a extorsión y violencia

Ecatepec fue testigo de una masiva manifestación conocida como la Marcha del Silencio, donde más de 10 mil personas se congregaron sobre la autopista México-Pachuca para exigir acciones concretas contra la violencia y la extorsión que azota el municipio. La marcha, que ocupó todos los carriles de la vialidad en dirección a la Ciudad de México, provocó desvíos en el tránsito vehicular hacia vías alternas como las avenidas Morelos, Central y José López Portillo.

Portando pancartas en forma de cruz y mensajes que pedían "Paz, justicia y alto a las extorsiones" y "No más corrupción en la FGJEM", los participantes destacaron la urgencia de frenar la complicidad entre funcionarios y grupos delictivos. El primer regidor municipal, Ernesto Santillán Ramírez, se unió a la marcha como ciudadano, evidenciando la ineficacia de la respuesta institucional ante denuncias de extorsión y violencia.

A lo largo de un recorrido de 10 kilómetros, los manifestantes, vestidos de blanco, denunciaron la protección a grupos delictivos por parte de funcionarios y exigieron al Fiscal General, José Luis Cervantes Martínez, una depuración en la institución para erradicar la corrupción y la rotación indebida de ministerios públicos vinculados con actos ilícitos.

Ante la falta de respuesta de las autoridades, los manifestantes advirtieron sobre futuras movilizaciones hacia el Congreso Federal y las instalaciones de la FGJEM en Toluca. La jornada culminó con una iluminación simbólica utilizando las lámparas de los teléfonos celulares de los asistentes, quienes se dirigieron hacia la escultura de El Vigilante. Este acto marca el inicio de una serie de movilizaciones planeadas para exigir que la FGJEM cumpla su deber de proteger a los ciudadanos y erradicar la impunidad en Ecatepec.

El apoyo ciudadano también se manifestó en las palabras del presidente municipal con licencia, Fernando Vilchis, quien expresó orgullo por el pueblo de Ecatepec y su lucha por vivir en paz, sin amenazas criminales ni corrupción institucional. Este evento representa un momento crucial en la exigencia de acciones efectivas contra la violencia y la corrupción en el Estado de México.

En los últimos años, el Estado de México ha experimentado un alarmante aumento en la extorsión, afectando a diversos sectores de la sociedad y generando un clima de inseguridad y temor. La organización criminal conocida como la Familia Michoacana ha sido identificada como una de las principales perpetradoras de extorsión en la región, imponiendo precios injustos y obligando a transacciones bajo amenazas.