Justicia
Giran órdenes de aprehensión contra director y maestra tras muerte de niño Adriel en Hidalgo
La tragedia que rodea la muerte del niño Adriel, de 11 años, a causa de un brutal caso de bullying perpetrado por compañeros de clase, ha generado un profundo impacto en la comunidad de Santiago de Anaya, en Hidalgo
La tragedia que rodea la muerte del niño Adriel, de 11 años, a causa de un brutal caso de bullying perpetrado por compañeros de clase, ha generado un profundo impacto en la comunidad de Santiago de Anaya, en Hidalgo. En respuesta a este incidente, se emitieron órdenes de aprehensión contra la profesora Flor Isela Percastegui y el director Rufino Jiménez Reyes de la escuela Primaria Benito Juárez, acusados del delito de homicidio culposo.
La decisión judicial, tomada por el juez del Tercer Distrito Judicial de Tula de Allende, representa un paso importante en la búsqueda de justicia para Adriel, quien falleció como consecuencia de las graves lesiones sufridas durante el acto de violencia perpetrado en la escuela. La orden de captura llega seis días después del trágico suceso, que dejó al niño con fracturas, coágulos y un severo derrame cerebral.
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El padre de Adriel, Obed Moreno Salvador, responsabilizó a los educadores por la muerte de su hijo, argumentando negligencia en su cuidado y permisividad ante el acoso escolar. Según el expediente del caso, el director de la escuela habría empeorado las lesiones del niño al manejar la situación de forma inapropiada tras el incidente.
No obstante, la profesora como el director del plantel escolar se encuentran actualmente en paradero desconocido, después de ser separados de sus cargos. La Fiscalía General del Estado asumió la investigación del caso, que ha sido catalogado como un trágico incidente por parte de las autoridades educativas, generando descontento en la comunidad escolar y la sociedad en general.
Así fue la trágica muerte de Adriel
El pasado 7 de marzo, Adriel fue empujado y posteriormente pateado por dos compañeros de la Escuela Primaria Benito Juárez, ubicada en la comunidad de El Xitzo, perteneciente al municipio de Santiago de Anaya. Como resultado, Adriel sufrió una fractura de clavícula, un traumatismo craneoencefálico y un coágulo en el estómago. Aunque fue trasladado al Hospital General de Actopan para recibir atención médica, su condición empeoró y fue declarado con muerte cerebral el 12 de marzo.
La SEPH expresó su pesar por el "trágico incidente", pero los padres de Adriel condenaron el comunicado de la dependencia, insistiendo en que lo sucedido fue un asesinato y no un accidente. En respuesta a este caso, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) abrió una queja de oficio ante posibles violaciones a los derechos humanos.
El pequeño Adriel fue sepultado el jueves 14 de marzo en el Panteón Municipal de Santiago de Anaya, en medio de una emotiva misa y acompañado por una nutrida caravana de habitantes de su comunidad. Frente a la tumba de su hijo, el señor Obed exigió justicia y castigo para los responsables de su muerte, expresando su dolor y su deseo de que los culpables sean llevados ante la ley.
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