- 13 de septiembre de 2024
Cada vez es más recurrente que debido al cambio climático, explotación de los suelos y de la vida silvestre, se presenten contagios de infecciones transmitidas de animales a personas, como el COVID-19. De acuerdo con la ONU, dos millones de personas mueren cada año como resultado de enfermedades zoonóticas desatendidas.
Una de las hipótesis fuertes sobre el origen del COVID-19 sugiere que ocurrió dentro del mercado de animales vivos de Wuhan, China.
El comercio de animales silvestres como mapaches, serpientes, murciélagos, puercoespines, pangolines, salamandras, tortugas y cocodrilos, entre otros, sería el punto clave para entender el surgimiento de la pandemia que continúa azotando al mundo entero.
En este tipo de mercados existentes en países como Vietnam, India, Japón y Filipinas, Congo, Kenia, Nigeria, México, Brasil o Perú, los animales están en jaulas oxidadas y sucias, viven encerrados, encadenados o amarrados; incluso es posible que se encuentren enfermos o desnutridos, lo que les provoca inmunodepresión, predisponiéndolos a infecciones y otras enfermedades.
Esto se convierte en un foco de infección, pues muchos virus (ya sean específicos de especie o hayan mutado) podrían transmitirse de animales a personas.
Esto es conocido como zoonosis, es decir, cuando una enfermedad o infección se transmite de forma natural de los animales vertebrados a los humanos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en total hay 200 tipos conocidos de zoonosis.
Estas infecciones van desde la rabia y la salmonelosis hasta enfermedades como la del virus del Nilo Occidental, el Ébola o el MERS.
En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado sobre nuevos brotes de enfermedades zoonóticas (como el COVID-19) si los gobiernos no toman medidas decisivas para prevenirlos.
¿Por qué el no cuidar el medio ambiente podría provocar más pandemias?
De acuerdo con el informe Prevenir la próxima pandemia: Zoonosis y cómo romper la cadena de transmisión del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), las siete tendencias que impulsan la creciente aparición de las zoonosis son:
- La creciente demanda de proteína animal
- Aumento de agricultura intensiva e insostenible
- El aumento del uso y la explotación de las especies silvestres (es decir, caza de animales, comercialización y consumo de especies).
- La utilización insostenible de los recursos naturales acelerada por la urbanización, el cambio de uso del suelo y las industrias extractivas. Esto crea contactos novedosos y diversos entre las especies silvestres, el ganado y las personas.
- Los desplazamientos y el transporte.
- Los cambios en las cadenas de suministro de alimento. Y es que estas se están extendiendo y diversificando, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos.
- El cambio climático.
"El cambio climático es un factor importante en la aparición de enfermedades. La supervivencia, la reproducción, la abundancia y la distribución de los patógenos. Por ejemplo, el cambio en el clima tiende a afectar a las numerosas enfermedades que transmiten los insectos, las garrapatas y otros artrópodos vectores.
Un ejemplo es Brasil, donde se relacionó los brotes de enfermedades infecciosas con los fenómenos climáticos extremos (El Niño, La Niña, olas de calor, sequías, inundaciones, aumento de la temperatura, aumento de las precipitaciones).
Dichos brotes también surgieron por los cambios ambientales (fragmentación de los hábitats, deforestación, urbanización, consumo de carne de especies silvestres).
Un caso más cercano es México, donde el dengue ha presentado un incremento. De acuerdo con el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en nuestro país la incidencia por esta afección aumentó de .024% a .21% de 1990 a 2019.
"Los cinco años más cálidos fueron de 2015 a 2019, y la década de 2010 ha sido la más caliente jamás registrada. Si bien hay un fuerte vínculo entre clima y dengue, se podría decir que el aumento en la incidencia del dengue en los últimos años en México se debe al cambio climático", destaca el ITAM.
Es decir, si la temperatura incrementa, los casos de dengue también. En ese sentido, el Instituto destaca que las actividades de vigilancia epidemiológica no están observando este asunto con la seriedad que se requiere.
¿Cómo evitar otra pandemia?
La ONU destaca que el alza en las enfermedades zoonóticas está impulsada por la degradación del medio ambiente natural a causa la explotación de los suelos y la vida silvestre, la extracción de recursos, el cambio climático y otros factores.
En ese sentido recomendó a los gobiernos de todo el mundo concientizar a la población sobre las enfermedades zoonóticas; fortalecer las prácticas de monitoreo y regulación asociadas con las enfermedades zoonótica, además de incentivar prácticas sostenibles de gestión de suelos y desarrollar alternativas para la seguridad alimentaria y los medios de vida que no dependan de la destrucción de hábitats y biodiversidad.
"Debemos adoptar un marco de trabajo nuevo y ambicioso, con metas claras y medios de implementación, para proteger y usar la biodiversidad de forma sostenible a nivel mundial. Es así como podemos mantener sana a la gente y, al mismo tiempo, proteger la economía global", destacó António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.
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