La muerte del llamado Niño de Oro de Apatlaco en un jaripeo en San Isidro Huilotepec, Atlixco, en el estado de Puebla, puso en evidencia la falta de supervisión de las autoridades y el riesgo que corren los jinetes.
Según los carteles en los que se promocionan los jaripeos, como el de ocurrido en Atlixco, en donde falleció el menor, se indica que el premio para el jinete ganador es de 30 mil pesos.
A través de las redes sociales, asociaciones de jinetes expresaron sus condolencias por la muerte de José Alberto Enríquez Báez, de 15 años, quien desde hace algunos años se dedicaba a la monta de toros.
El Niño de Oro, quien a su corta edad ya era una estrella en el mundo del jaripeo, murió al no mantener el control y fue aplastado por el toro, que suelen tener un peso de entre 700 y 1,000 kilos.
El menor era un jinete de la ganadería Rancho los Morros, una empresa que se dedica al espectáculo de shows de jaripeos de toros en Puebla, Morelos y el Estado de México.
De acuerdo con el reglamento deportivo de la Federación Mexicana de Rodeo, fechado en abril de 2018, para ser jinete se deben tener 18 años de edad, contar con un patrocinador, tener un peso físico no superior a los 50 kilos.