- 13 de septiembre de 2024
Las familias destacan que el no localizar a sus familiares es una tortura interminable e insportable, por lo que pidieron al crimen organizado que, en caso de aceptar la petición, hagan llegar su respuesta con la colocación de una manta.
La Unión de Colectivos de Madres buscadoras de Tamaulipas pidieron al Cártel del Golfo (CDG) una 'tregua' para que les permitan ingresar a un predio a buscar a sus desaparecidas y desaparecidos.
La petición es para entrar a La Bartolina, Matamoros, lugar que es usado como 'centro de exterminio' por la célula 'Los Ciclones' de dicho Cártel.
"Líder de 'Los ciclones' del CDG de Matamoros, en nombre de las 200 familias con personas desaparecidas le envío este mensaje: 'le pido, le ruego y suplico tengamos una tregua de paz. Esto con la finalidad de un día, si encontramos a nuestros desaparecidos, poder morir en paz", se lee en el comunicado publicado por Delia Quiroga, abogada y defensora de Derechos Humanos.
Esta petición se lanzó debido a que la célula del CDG se caracteriza por "acciones humanitarias dando apoyos a los más necesitados ante la inacción del gobierno", destacan las madres.
"Hemos decidido, ante la falta de debida diligencia y respuesta de todas las autoridades responsables de buscar, localizar e identificar a nuestro familiares, pedir esta tregua con ustedes, en la que respeten nuestra vida y libre tránsito, dándonos acceso libre al lugar en donde probablemente pueda encontrarse alguno o algunos de nuestros familiares".
Las familias destacan que el no localizar a sus familiares "es una tortura interminable", por lo que pidieron al crimen organizado que, en caso de aceptar la petición, hagan llegar su respuesta con la colocación de una manta.
Sin embargo, el colectivo de "Madres Unidas por Nuestros Hijos", quienes localizaron la fosa en el predio La Bartolina, se deslindaron de esta tregua pues aseguran que esta petición pone en riesgo la vida los integrantes de la organización.
"Nosotras encontramos el centro de exterminio y nos pone en peligro. Ya hace dos semanas recibimos amenazas con llamadas telefónicas. Si algo nos pasa, sobre ella caerá la responsabilidad", dijo una de las líderes del colectivo.
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