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La OMS alerta por las consecuencias de las toneladas de residuos generados en la pandemia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que existen más de 87 mil toneladas de residuos médicos que podrían afectar la salud de los seres humanos y el medio ambiente

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Pérdidas económicas y de empleos, millones de contagios y fallecimientos, son solo algunas de las consecuencias que trajo consigo la pandemia de COVID-19; y aunque gracias a las vacunas poco a poco comenzamos a ver la luz al final del túnel, todavía existen ciertos problemas que urge resolver.  La Organización Mundial de la Salud  (OMS) alertó sobre una de las consecuencias que hasta este momento había pasado casi desapercibida: las miles de toneladas de desechos sanitarios que se han utilizado para enfrentar al virus.

Andrea Murcia (Cuartoscuro)

En su más reciente informe, Análisis global de los residuos de atención de la salud en el contexto de la COVID-19, la OMS advirtió que los residuos médicos generados por la pandemia podrían tener un impacto negativo en la salud y el medio ambiente.

"Las decenas de miles de toneladas de residuos médicos adicionales han ejercido una enorme presión sobre los sistemas de gestión de desechos de atención médica en todo el mundo, amenazando la salud humana y ambiental y exponiendo una necesidad imperiosa de mejorar las prácticas de gestión de desechos", expresa el informe.

El informe de la OMS contempla las 87 mil toneladas de equipos de protección individual que adquirieron entre marzo de 2020 y noviembre del 2021 y que se envió para apoyar las necesidades urgentes de respuesta al COVID-19 de los países a través de una iniciativa conjunta de las Naciones Unidas. De acuerdo con sus cálculos, la mayor parte de estos equipos acabaron convertidos en residuos una vez que fueron utilizados.

La mala noticia es que esta basura sólo podría representar la punta del iceberg ya que la OMS aclaró que esto sólo es una primera indicación de la magnitud del problema. Su informe no toma en cuenta ninguno de los productos básicos adquiridos para hacer frente al COVID-19 al margen de esta iniciativa, ni los desechos generados por la población, por ejemplo, las mascarillas quirúrgicas desechables.

 

Andrea Murcia (Cuartoscuro)

Los autores del informe señalaron que la OMS ha enviado más de 140 millones de kits de pruebas que podrían generar hasta 2 mil 600 toneladas de desechos no infecciosos, principalmente plástico, y 731 mil litros de desechos químicos.

 

La OMS subrayó que se han administrado más de 8 mil millones de dosis de vacunas a nivel mundial, lo que ha generado 144 mil toneladas de desechos adicionales en forma de jeringas, agujas y contenedores de seguridad.

Asimismo, indicó que actualmente el 30 por ciento de los establecimientos de atención de salud (el 60 por ciento en los países menos adelantados) no están equipados para manejar los montones de residuos existentes y mucho menos los montones de desechos adicionales generados por el COVID-19.

Andrea Murcia (Cuartoscuro)

No tener el equipo necesario para manejar los residuos, podría exponer a los trabajadores de la salud a lesiones por objetos punzocortantes, quemaduras, y a microorganismos patógenos.

Por otro lado, también podría afectar a las comunidades que viven cerca de vertederos y lugares de eliminación de desechos deficientemente gestionados a través del aire contaminado que emana de la quema de desechos, la deficiente calidad del agua o las plagas portadoras de enfermedades.

Moisés Pablo (Cuartoscuro)

Las recomendaciones de la OMS

La OMS formula una serie de recomendaciones para integrar prácticas de gestión de desechos más adecuadas, seguras y sostenibles desde el punto de vista ambiental en la respuesta al COVID-19 y en los esfuerzos futuros de preparación frente a las pandemias.

Entre las recomendaciones del informe figuran el uso de:

  • Embalajes y transportes ecológicos.
  • Equipos de protección personal seguros y reutilizables (por ejemplo, guantes y mascarillas médicas).
  • Materiales reciclables o biodegradables.

También aconseja invertir:

  • En tecnologías de tratamiento de residuos que no requieran incineración.
  • En logística inversa que apoye el tratamiento centralizado e inversiones en el sector del reciclaje para garantizar que los materiales, como los plásticos, puedan tener una segunda vida.

Los expertos señalan que las inversiones en materia de salud deben tener en cuenta las repercusiones ambientales y climáticas y sus beneficios indirectos. Por ejemplo, el uso seguro y racional de los equipos de protección personal no sólo reduciría el daño ambiental, sino que también ahorraría dinero, reduciría la posible escasez de suministros y contribuiría en la prevención de infecciones.

Graciela López (Cuartoscuro)

Cabe destacar que la OMS no es la única organización que ha alertado sobre los desechos sanitarios como consecuencia de la pandemia de COVID-19, ya antes la Agencia Europea de Medio Ambiente (EMA) hizo una advertencia sobre la contaminación que se estaba generado en el planeta por el uso de cubrebocas, guantes y artículos de plástico de un solo uso.

De acuerdo con el informe Impactos de COVID-19 en el plástico de un solo uso en el medio ambiente de Europa,  el aumento en el uso de mascarillas y guantes de un solo uso durante la pandemia ha tenido como consecuencia impactos ambientales y climáticos. Estos se relacionan con la extracción de recursos, la producción, el transporte, el manejo de desechos y la basura. 

 

Graciela López (Cuartoscuro)

 

Durante el primer semestre de la pandemia, se importaron a la Unión Europea más de 170 mil toneladas adicionales de mascarillas, lo que se relacionó con emisiones extra de gases de efecto invernadero y otras emisiones.

"Las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la fabricación, el transporte y el tratamiento de residuos de mascarillas faciales de un solo uso oscilan entre 14 y 33 toneladas de dióxido de carbono equivalente por tonelada de mascarillas, según la composición de las mascarillas". indica el informe.

Asimismo, en un estudio publicado por la revista Nature Sustainability, científicos encontraron que los residuos de mascarillas en 11 países del mundo aumentaron un 9 mil por ciento entre marzo y octubre del 2020. Los países estudiados fueron Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, España, Reino Unido, Suecia, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Mireya Novo (Cuartoscuro)

De acuerdo con el estudio, a corto plazo la basura actúa como un vector viral potencial para transmitir el COVID-19. Además, los residuos podrían provocar atascos en el sistema de alcantarillado, al enredarse con otro tipo de basura.

A medio plazo, los animales podrían enredarse con los residuos, o podrían asfixiar a los organismos más pequeños y a la vida vegetal. Mientras que a largo plazo, una vez en el ambiente, los objetos pueden convertirse en una vía de transmisión de otros contaminantes. Si están hechos de plástico, acaban convirtiéndose en microplásticos y tienen el potencial de entrar en la cadena alimentaria.

 

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