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Franco Escamilla y el origen de la anécdota que lo convirtió en lo que es

Franco Escamilla es actualmente uno de los genios de la comedia y el standup, pero empezó cantando en camiones, bares y restaurantes, y su vida en pareja se forjó en una cita que en principio lo apenó. Aquí te la contamos

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Franco Escamilla pasó de cantar en camiones y bares o restaurantes a convocar a miles de personas con sus shows en escenarios como el Auditorio Nacional o la Arena Ciudad de México. 

Franco Javier López Escamilla es originario de Cuautla, Morelos, pero ha hecho gran parte de su vida en Monterrey, Nuevo León. 

Franco Escamilla, como se le conoce "artísticamente", particularmente en redes sociales, e incluso con el apodo de "El Diablo", dijo en una entrevista con Yordi Rosado, cómo consolidó la relación con su ahora esposa y madre de sus dos hijos, a quienes suele mencionar en sus shows. 

"En esa época no recuerdo si estuve desempleado esa semana o si hubo poca chamba, no me acuerdo, pero no había dinero para salir, entonces Gaby me decía, pues podemos ir a comprar unos tacos y vemos una película o a ver qué hacemos". 

Franco Escamilla cuenta una anécdota sobre sus comienzos
Foto: Instagram/francoescamillaoficial

"Le dije, el pedo está en que no tengo ni para los tacos guey, entonces se me prende el foco y le digo, "mira traigo como 20 pesos, los echamos de gas, acompáñame al centro, y canto en La Rosa Náutica -una taquería en Monterrey-, y nos vamos al cine, dependiendo de cuánto saque", ¿no?, y dijo, "va", pero yo vaya, no le dije, yo entendí, pues me esperas en el carro güey, era un domingo, íbamos saliendo de misa, y este llegamos a la Rosa Náutica y le dije, "no, no, no tú espérame en el carro"", le contó Escamilla a Yordi, excompañero de Adal Ramones en la emisión Otro Rollo. 

Gaby Salazar, esposa de Franco Escamilla
Foto: Instagram/gabysalazar82

Pero la entonces novia de Escamilla tenía otros planes. 

"(Gaby) dijo no, había, a un lado de la caja, donde entras a la Rosa Náutica -la taquería-, te reciben, te dan mesa, había unas sillitas, dijo, "ahí me siento", y yo así como hay no mames, y ya bueno, ya, ni modo, y no traigo para el regreso, o sea, ya nos mamamos las 20 bolas de gasolina, ya tengo que cantar, y me acuerdo haber empezado a cantar entre las mesas, y no quería voltear, ¿y sabes qué me imaginaba?, que ella iba a estar así, (haciendo caras) ahhh que mal pedo, pensaba me va a cortar esta vieja, dije ya la cagué, ni modo, dije, le llevo serenata, pensé mil cosas, mientras cantaba, a ver cómo chingados arreglo esto, y me acuerdo tanto haber volteado y verla sentada y sonriéndome, y me ve pidiendo dinero güey, porque cantar está gacho, pero terminar e ir mesa tras mesa, "este hay con lo que gusten cooperar", o "se agradece su buena intención", o la madre", recordó Escamilla. 

Franco Escamilla y su esposa
Foto: Instagram/gabysalazar82

 "No me acuerdo ni cuánto saqué, sé que me fue chido, porque fuimos a cenar y hasta rentamos películas y la madre, pero sí todo el camino de regreso, fue como, qué pedo con esta vieja que no se fue, y me acuerdo la frase, suena medio pinche pero sí es cierto, no sé qué va a ser de mí, pero tienes que estar tú, quiero que tú estés ahí, y si gano 10 pesos, nueve son tuyos, y se lo juré ahí en el carro, ni siquiera le dije un día me voy a casar contigo, si un día gano 10 pesos, 9 son tuyos, y a la fecha me ha hecho cumplirla la cabrona, jajaja", dijo Escamilla entre risas. 

Para concluir ese fragmento de la entrevista, Rosado le dijo a Escamilla: "sacaste 14 años de un gran matrimonio, dos hijos preciosos, y una estabilidad personal bien chingona". 

Escamilla tiene en Netflix dos shows, uno llamado "Por la Anécdota" y otro titulado "Bienvenido al Mundo". 

Es aficionado confeso al Cruz Azul.  

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