- 28 de diciembre de 2025
Antes de Grupo Carso, todo comenzó con hilos, botones y telas en el corazón de la CDMX.

Antes de que el apellido Slim se convirtiera en sinónimo de poder económico en México, una pequeña tienda en el Centro Histórico marcó el inicio de una de las historias empresariales más influyentes del país. "La Estrella de Oriente", fundada por la familia de Carlos Slim Helú a principios del siglo XX, no solo fue un negocio exitoso, sino la semilla de un legado que, décadas después, transformaría la economía nacional.
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La historia comienza en Líbano. A finales del siglo XIX, varios miembros de la familia Slim emigraron a México para escapar del dominio del Imperio Otomano, que obligaba a los jóvenes a enlistarse en el ejército. Entre ellos se encontraba Julián Slim Haddad, padre de Carlos Slim, quien llegó al país en 1902 con apenas 14 años, sin hablar español y con la firme intención de construir un futuro.

Tras desembarcar en Veracruz, Julián se reunió con sus hermanos mayores en Tampico, Tamaulipas, y poco después decidieron trasladarse a la Ciudad de México, entonces el principal centro comercial y económico del país.
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Así nació "La Estrella de Oriente"
En 1904, Julián Slim y su hermano José fundaron La Estrella de Oriente, un comercio ubicado en la calle de Capuchinas —hoy Venustiano Carranza— en pleno Centro Histórico. El capital inicial fue de 25 mil 800 pesos, aportados por ambos. El nombre del negocio rendía homenaje a su lugar de origen y a la estrella bíblica que, según la tradición cristiana, guió a los Reyes Magos.
La tienda comenzó como una mercería que vendía hilos, botones y telas, productos altamente demandados en la época. El éxito fue inmediato. Gracias a la disciplina, visión comercial y capacidad organizativa de Julián Slim, el negocio creció rápidamente hasta convertirse en una de las mercerías más importantes de la ciudad.

De tienda familiar a base de un emporio
Para 1914, en plena Revolución mexicana, Julián Slim compró la participación de su hermano y quedó como único propietario. En ese momento, La Estrella de Oriente ya contaba con mercancía valuada en más de 100 mil dólares y con once propiedades en una de las zonas comerciales más dinámicas del país.
El comercio no solo generó riqueza, también consolidó la experiencia empresarial de Julián Slim. Para 1922, su patrimonio superaba el millón de pesos, incluyendo inmuebles, comercios y acciones. Aquella mercería se convirtió en la primera piedra del imperio Slim.
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Carlos Slim Helú nació en 1940 y creció escuchando las historias del esfuerzo familiar ligadas al Centro Histórico. Tras la muerte de su padre en 1953, el legado quedó sembrado. Décadas más tarde, ya como el empresario más influyente de México, Slim volvió su mirada al lugar donde todo comenzó.
A inicios del siglo XXI, el Centro Histórico enfrentaba abandono, deterioro urbano e inseguridad. En 2001, Slim impulsó, junto con autoridades capitalinas y federales, un ambicioso proyecto de revitalización que dio origen a la Fundación Centro Histórico.
El rescate incluyó la restauración de edificios, modernización de infraestructura, mejora del alumbrado, reordenamiento del comercio y fortalecimiento de la seguridad. También se impulsaron programas sociales, educativos y culturales, además de la reconversión de inmuebles abandonados en viviendas y espacios culturales.
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