- 21 de diciembre de 2025
Peritajes descartan fallas mecánicas o estructurales; el siniestro dejó 33 personas fallecidas y 63 lesionadas.

A tres meses de la tragedia que sacudió a la capital del país, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reveló los resultados finales de los peritajes sobre la explosión de una pipa de gas LP en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa. Las conclusiones son contundentes: el conductor fue el responsable inmediato del accidente, pero también se identificaron omisiones graves por parte de la empresa operadora que generaron condiciones de alto riesgo.
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Durante una conferencia conjunta con la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, la fiscal Bertha Alcalde Luján explicó que el accidente ocurrió el 10 de septiembre, cuando la pipa perdió el control al tomar una curva elevada en el puente. El vehículo impactó contra los muros de contención, lo que provocó la fractura del tanque, una fuga masiva de gas y, segundos después, un incendio de gran magnitud.
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Saldo humano y daños materiales
El siniestro dejó un saldo devastador: 33 personas fallecidas, entre ellas el propio conductor de la pipa, así como 63 personas lesionadas con distintos niveles de gravedad. Además, ocho personas estuvieron expuestas al evento sin sufrir lesiones físicas, aunque presentan posibles afectaciones psicológicas. En el ámbito material, 42 familias y negocios resultaron con daños directos en sus viviendas y establecimientos.
Para esclarecer lo ocurrido, la Fiscalía realizó una investigación exhaustiva en la que participaron 16 especialidades forenses y se emitieron más de 270 dictámenes técnicos. Se analizaron la infraestructura vial, la topografía del lugar, las condiciones del vehículo, los sistemas mecánicos, así como grabaciones de videovigilancia.
"Este trabajo permitió reconstruir con precisión qué ocurrió, cómo sucedió y cuáles fueron las causas del siniestro", afirmó Bertha Alcalde. Los estudios descartaron fallas en la vía, problemas mecánicos previos o factores climáticos adversos. La infraestructura cumplía con la normativa y las condiciones meteorológicas eran estables.
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El conductor y la responsabilidad empresarial
De acuerdo con la fiscal, el conductor fue el responsable inmediato del accidente debido al exceso de velocidad y la pérdida de control del vehículo al salirse de su carril. Sin embargo, la investigación también evidenció incumplimientos de la empresa operadora de la pipa, los cuales pudieron influir directamente en la tragedia.
Entre las omisiones detectadas se encuentran la falta de capacitación adecuada del operador en conducción segura de materiales peligrosos, manejo de curvas elevadas, protocolos de emergencia y procedimientos ante fugas de gas LP. Además, la empresa no supervisó correctamente las jornadas de conducción, los tiempos de descanso ni los límites de horas al volante, factores que pueden generar fatiga extrema.
Paralelamente a la investigación penal, el Gobierno de la Ciudad de México informó que la reparación del daño alcanzó un monto sin precedentes de 480 millones de pesos. Hasta ahora se han concretado 143 acuerdos reparatorios con víctimas directas e indirectas, de un total de 144 personas identificadas.
Del monto comprometido, 429 millones de pesos, equivalentes al 90 por ciento, ya fueron entregados a las familias afectadas. Los acuerdos no solo contemplan compensaciones económicas, sino también atención médica, psicológica, rehabilitación y acompañamiento institucional permanente.
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