Del triunfo a la tragedia: campeones de béisbol, ellos eran las víctimas del accidente aéreo en Toluca

Lo que comenzó como un fin de semana de celebración para un equipo amateur de béisbol terminó en una de las tragedias aéreas más dolorosas del año. Las personas que murieron en el desplome de un jet privado en Toluca no solo eran pasajeros: eran padres, madres, hijos y campeones que habían levantado un trofeo un día antes del accidente.

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El siniestro ocurrió el lunes 15 de diciembre, cuando un jet Cessna se desplomó en la comunidad de San Pedro Totoltepec, a escasos metros del Aeropuerto Internacional de Toluca. A bordo viajaban diez personas, ocho pasajeros y dos tripulantes, todas las cuales perdieron la vida tras el impacto.

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Víctimas ligadas al béisbol de Azcapotzalco

Conforme avanzaron las investigaciones y se confirmaron las identidades, se supo que varias de las víctimas formaban parte de familias relacionadas con el equipo Sultanes, integrante de la Liga Única de Béisbol de Azcapotzalco. Algunos de los pasajeros eran jugadores, mientras que otros eran familiares directos que acompañaban de cerca la actividad deportiva.

El dato que ha conmovido aún más a la comunidad es que el equipo se había coronado campeón de campeones apenas el domingo previo al accidente. La final se disputó entre aplausos, abrazos y festejos que hoy contrastan con el silencio y el dolor que rodean a la liga.

Lo que debía ser el cierre perfecto de la temporada se transformó en luto colectivo. La celebración dio paso a homenajes improvisados, mensajes de despedida y muestras de solidaridad entre equipos.

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Mensajes de duelo y solidaridad

Tras confirmarse la tragedia, la Liga Única de Béisbol de Azcapotzalco emitió comunicados breves pero contundentes, expresando su tristeza por la pérdida de integrantes y familias enteras. Equipos como Piratas, Rieleros, Indios Verdes, Guerreros Águila y La Blanca Béisbol también se sumaron a las condolencias, destacando el compañerismo y la huella que dejaron quienes fallecieron.

La presencia de tres menores de edad entre las víctimas ha sido uno de los aspectos más dolorosos del caso, pues se trataba de familias que viajaban juntas tras un fin de semana de convivencia y triunfo deportivo.

La aeronave, operada por la empresa Jet Pro, había despegado de Acapulco con destino al Estado de México. El impacto ocurrió alrededor de las 12:31 horas, cuando faltaban pocos minutos para aterrizar. La tripulación estaba integrada por el piloto Juan Carlos Olivares Casas, de 61 años, y el copiloto Valdin Sánchez Manzano, de 72.

Audios difundidos posteriormente revelaron los instantes de angustia previos al desplome. El piloto, identificado con el código "Papa Romeo Óscar", solicitó apoyo a la torre de control al detectar fallas en la aeronave. Sin margen de maniobra, la última frase registrada fue: "Nos estamos desplomando".

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