RIESGO PARA LA POBLACIÓN
Retrasos federales dejan explosivos abandonados en Los Mochis
Escenas criminales sin procesar, zonas bloqueadas durante días y falta de reacción inmediata exponen a los ciudadanos.
En Los Mochis, la tensión no solo proviene de los hechos violentos, sino de la peligrosa pasividad con la que las autoridades federales responden a escenas criminales con explosivos. Vehículos y viviendas atacadas permanecen acordonados durante horas, incluso hasta días sin ser intervenidos, dejando riesgo para quienes transitan por estas zonas.
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La demora en el procesamiento de escenas del crimen se ha convertido en una constante en Los Mochis durante el último año, en medio del conflicto interno del Cártel de Sinaloa. En repetidas ocasiones, tras ataques con armas de fuego o explosivos, las áreas quedan acordonadas por largos periodos debido a la falta de pronta intervención federal.
Uno de los casos más llamativos ocurrió en abril, cuando una camioneta cargada con explosivos fue abandonada en la colonia Emiliano Zapata, sobre el bulevar Manuel Estrada, justo frente a planteles educativos. La unidad permaneció ocho días en el sitio, generando la suspensión de clases y preocupación entre los vecinos.
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Hace unas horas, seguía asegurada la zona donde el miércoles por la noche un domicilio fue baleado y posteriormente incendiado en el sector Canaco. El hallazgo de artefactos explosivos obligó a mantener cerrado el acceso vehicular y peatonal. Situación similar persiste en La Noria, Imala, donde explosivos continúan en un patio pese a múltiples reportes de los habitantes.
Ante estos hechos surge la pregunta: si existe un riesgo real, ¿por qué se tarda tanto en procesar estas escenas?
La pirotecnia, un riesgo que nace en casa
Más allá de los operativos de Protección Civil para retirar pirotecnia de calles y comercios, especialistas advierten que el problema más serio está dentro del hogar. Los padres de familia siguen permitiendo que menores compren y manipulen explosivos caseros, pese al peligro que representan.
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La indiferencia o permisividad se traduce en accidentes que pueden evitarse. La educación responsable empieza en casa: prohibir la compra, supervisar actividades y concientizar sobre las consecuencias no es una opción, sino una obligación. Las tragedias por pirotecnia no sorprenden cuando la prevención no forma parte de la dinámica familiar.
Las múltiples vialidades bloqueadas en Los Mochis —muchas veces sin previo aviso— y el incremento del tráfico urbano representan un riesgo adicional, especialmente para los servicios de emergencia. Paramédicos han señalado que cada minuto es crucial cuando una ambulancia debe cruzar la ciudad de extremo a extremo.
Con el aumento vehicular típico de la temporada decembrina, los tiempos de respuesta podrían prolongarse aún más. La recomendación permanece vigente: manejar con precaución, ceder el paso al escuchar las sirenas y permitir que las ambulancias avancen sin obstáculos.
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