Filmada en Yucatán y hablada en lengua maya y español, la nueva película de Germinal Roaux es un retrato íntimo sobre la vejez, la muerte y la necesidad de reconectarnos.
GIFF 2025: entrevista con Germinal Roaux, director de Cosmos Créditos: Cortesía GIFF
Después de una larga travesía personal, emocional y geográfica, el cineasta suizo Germinal Roaux estrenó Cosmos, su nueva película hablada en español y maya, filmada en Yucatán con apoyo del estímulo fiscal EFICINE. El proyecto marca un giro radical respecto a su aclamada Fortuna (2014), aunque mantiene una preocupación central que lo atraviesa todo: la muerte, y la forma en que el arte puede ayudarnos a entenderla.
"Viajé mucho a México hace 15 o 20 años, especialmente a Yucatán, y en 2009 hice un trabajo fotográfico con una comunidad maya. Esa luz, esa región tan mágica, despertaron en mí el deseo de hacer las paces con mi miedo a morir", dijo en entrevista con Quinto Poder en el Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF 2025).
Cosmos Créditos: Cortesía GIFF
Una historia de conexión entre dos mundos: la vejez, la muerte y el amor esencial
En un remoto pueblo de Yucatán, Lena, una viuda enferma, conoce a León, un hombre maya que guarda un vínculo profundo con la naturaleza y el mundo espiritual.
A pesar de sus diferencias, ambos encuentran consuelo en una conexión inesperada que los acompaña en el tramo final de sus vidas. Cosmos es una reflexión poética sobre la vejez, la muerte y el amor.
Las barreras del lenguaje y el respeto por la cultura
Aunque Roaux domina el francés y el inglés, tuvo que adaptarse al español y el maya, lenguas de la región, sin embargo, esta elección, lejos de ser una barrera, se convirtió en un elemento esencial del proceso creativo:
"El español lo entiendo un poco, pero el maya, en absoluto. Y eso me parece muy interesante, porque me obliga a buscar algo que va más allá de las palabras: lo que ocurre en el terreno de las emociones, la sensibilidad, la presencia y la verdad de una escena, más que en la precisión de la traducción".
El director deja claro que Cosmos no busca exotizar la cultura maya, sino acercarse a ella con respeto y sensibilidad documental. "Yo empecé como fotógrafo y reportero, así que mi forma de hacer cine siempre está muy cerca de lo real", nos cuenta. En lugar de amplificar o estetizar una cultura desde fuera, el director suizo se propuso comprenderla y traducirla con fidelidad desde la escucha y la observación.
Cosmos Créditos: Entrevista GIFF 2025
Al conocer a Andrés Catzin —protagonista de Cosmos y actor debutante— supo de inmediato que había encontrado algo esencial: "Él tiene esa luz interior de la cultura maya, una conexión profunda con la naturaleza, con una cosmovisión particular. Lo sentí apenas lo vi".
Aunque el guion estaba completamente escrito, el rodaje fue un ejercicio constante de adaptación, reescritura y escucha, para que la historia se acercara lo más posible a la verdad de quien la encarnaba.
La producción de Cosmos se extendió por más de cuatro años entre exploraciones, scouting, financiamiento y pandemia. Gracias al apoyo del programa EFICINE, el rodaje pudo realizarse en locaciones reales del estado de Yucatán, lo que aporta una atmósfera espiritual difícil de recrear en set.
"Buscaba lugares, casas, calles, pequeñas iglesias que tuvieran esa cualidad espiritual. Como vengo de la fotografía, todo lo trabajo como si tomara imágenes fijas".
Para Germinal Roaux, Cosmos no es solo un ejercicio estético, sino un acto de resistencia y sanación: "Siempre he pensado que el arte puede ser útil. Esta película es una forma de ofrecernos un lugar donde pensar, donde volver a mirar lo que hemos olvidado: la vejez, la muerte, el amor esencial que sigue existiendo incluso cuando todo parece terminar".
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