- 25 de junio de 2025
Geólogos de la UNAM advirtieron que el hundimiento en la Ciudad de México es irreversible, con zonas que podrían volverse inhabitables en menos de una década.

Geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtieron que la Ciudad de México se hunde a un ritmo alarmante: entre 10 y 30 centímetros por año en promedio, con zonas que registran hasta 40 centímetros anuales. Este fenómeno, conocido como subsidencia, afecta principalmente a áreas densamente pobladas donde hay una fuerte extracción de agua subterránea.
Las causas principales incluyen el uso intensivo de pozos profundos, el peso de las edificaciones modernas y la compactación de los suelos arcillosos y volcánicos. Según los expertos, el proceso ya es irreversible en muchas zonas y podría volver inhabitables amplias áreas urbanas en menos de una década.

¿Cuáles son las alcaldías con más riesgo de hundirse en la CDMX?
Cinco alcaldías concentran el mayor riesgo de hundimiento: Iztapalapa, Tláhuac, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Cuauhtémoc. Todas estas zonas se desarrollaron sobre antiguos lagos, lo que las hace especialmente vulnerables a la subsidencia. En Iztapalapa, por ejemplo, se ha registrado un hundimiento de hasta 40 centímetros por año, situación que se agrava durante la temporada de lluvias.
El 70% del suelo de la capital es considerado inundable. La ciudad, asentada sobre el lecho de un lago, presenta problemas severos de acumulación de agua por la falta de permeabilidad del terreno, agravada por el asfalto y la canalización de ríos.

La distribución desigual del agua también es un factor clave. Mientras algunos habitantes deben recurrir a pozos sin recibir un suministro regular, en los nuevos desarrollos inmobiliarios se garantiza el abasto mediante tarifas elevadas.
Incluso monumentos históricos como el Ángel de la Independencia se han visto afectados: se le han tenido que agregar escalones por el descenso del terreno. Si la tendencia continúa, algunas zonas podrían hundirse hasta tres metros adicionales en los próximos diez años.
¿Qué se puede hacer?
De acuerdo con la UNAM, hay dos escenarios posibles: adaptarse al hundimiento —con sus efectos sociales y económicos— o promover el desplazamiento de la población hacia nuevos centros urbanos planificados.
Entre las propuestas se encuentra descentralizar la ciudad, desarrollar infraestructura básica en otras regiones y trasladar industrias y oficinas gubernamentales fuera de la capital. Además, se considera que la economía informal podría jugar un papel clave en el establecimiento de estos nuevos asentamientos.
La advertencia es clara: si no se toman medidas urgentes, los efectos del hundimiento podrían agravar la crisis urbana y ambiental que ya enfrenta la Ciudad de México.
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