CRISIS ECONÓMICA
"Tienes que pedir prestado": Famosa actriz de TV Azteca suplica por trabajo tras seis años sin conseguir papel
Elvira Monsell, reconocida actriz de telenovelas como Amor en silencio y Las Bravo, lleva más de seis años sin aparecer en pantalla.
Durante décadas, Elvira Monsell fue sinónimo de villanía en las telenovelas mexicanas. Su presencia imponente en la pantalla la convirtió en un rostro inolvidable de producciones como Amor en silencio, Rosalinda, Pobre diabla y Las Bravo. Hoy, sin embargo, la actriz atraviesa uno de los momentos más difíciles de su carrera: lleva más de seis años sin conseguir un papel en televisión.
A sus 64 años, Monsell vive alejada de los reflectores. Su último proyecto actoral fue en 2020, en la serie Desaparecidas de TV Azteca. Desde entonces, ha hecho numerosos castings sin obtener resultados positivos. No ha dejado de buscar, pero las oportunidades no llegan.
De la fama a la incertidumbre: así vive hoy la actriz
La actriz, originaria de la Ciudad de México, reveló en entrevista con TVNotas que su actual fuente de ingresos proviene de lo que puede monetizar en redes sociales, además del apoyo que recibe de algunas asociaciones del gremio artístico. Intentó iniciar distintos negocios, incluyendo la venta de ropa y la impartición de talleres de actuación, pero ninguno logró despegar.
La situación, reconoce, la ha llevado al límite. En los años más duros llegó a considerar aceptar empleos fuera del ámbito artístico. Incluso, relató cómo alguna vez pensó en tomar un trabajo como lavaplatos al ver un anuncio en la calle. El puesto ya había sido ocupado.
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Una carrera de más de 30 años, sin respaldo hoy
Con más de tres décadas de experiencia en Televisa, Monsell trabajó en algunos de los melodramas más exitosos de los años 80 y 90. Después, fue parte del elenco de TV Azteca. Sin embargo, una vez finalizado su contrato, dejó de recibir llamadas de productores y directores.
Durante la pandemia logró sostenerse gracias a trabajos de doblaje, pero actualmente su situación financiera es complicada. Ha tenido que recurrir a préstamos para solventar sus gastos y sostiene que lo más doloroso no es solo la falta de empleo, sino la sensación de haber sido olvidada por la industria.
La actriz no ha perdido la esperanza de volver a actuar. Asegura estar dispuesta a regresar a los foros y solicita una nueva oportunidad para demostrar que aún tiene mucho que ofrecer. Hoy, su historia es también un reflejo de la precariedad laboral que enfrentan muchas figuras del espectáculo al llegar a cierta edad, sin un sistema sólido que las respalde.
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