- 19 de junio de 2025
El Departamento del Tesoro estadounidense señala a los líderes del cártel por tráfico de fentanilo, crímenes atroces y vínculos con el caso Rancho Izaguirre y Valeria Márquez en Jalisco.

Este viernes 18 de junio, el gobierno de Estados Unidos intensificó su ofensiva contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) al imponer nuevas sanciones económicas contra su líder máximo, Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho", y otros cuatro operadores de alto nivel, entre ellos Rubén Oseguera González ("El Menchito"), Julio Alberto Castillo Rodríguez ("El Chorro"), Hugo Mendoza Gaytán ("El Sapo") y Audias Flores Silva ("El Jardinero").
La acción fue anunciada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, como parte de su política para frenar la expansión del narcotráfico y el flujo letal de fentanilo hacia territorio estadounidense.
Las medidas incluyen el congelamiento de activos en EE.UU. y la prohibición de cualquier transacción financiera relacionada con los implicados. Además, quienes mantengan nexos comerciales con ellos también podrían ser sancionados.
"El régimen de terror del CJNG en México y su tráfico de fentanilo a Estados Unidos han destruido innumerables vidas inocentes", señaló el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Y advirtió: "EE.UU. está decidido a usar todas las herramientas disponibles para debilitar la capacidad de los cárteles de sembrar muerte en nuestras comunidades".
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CJNG: del fentanilo a la guerra en los estados
El Departamento del Tesoro justificó las sanciones al señalar que el CJNG no solo ha intensificado el tráfico de drogas como fentanilo, metanfetamina y cocaína, sino que también representa una amenaza directa para la población civil, dentro y fuera de México.
La organización mantiene el control del puerto de Manzanillo, clave para importar precursores químicos desde Asia, y opera mediante tácticas de guerra: secuestros, torturas, atentados con explosivos y asesinatos selectivos de funcionarios, políticos y civiles.
La OFAC detalló que el CJNG también participa en actividades paralelas como el tráfico de migrantes, el robo de combustible, fraudes con tiempos compartidos y corrupción institucionalizada, lo que le ha permitido tejer una red de poder más allá del narcotráfico.

¿Quiénes fueron sancionados?
La nueva embestida del Departamento del Tesoro no solo apuntó a la figura más visible del Cártel Jalisco Nueva Generación, sino también a los operadores que, desde distintos frentes, mantienen viva la maquinaria de violencia, producción y distribución del cártel. Cada uno de los sancionados cumple una función clave: desde el trasiego internacional de drogas hasta el control territorial mediante el terror.
Nemesio Oseguera Cervantes, "El Mencho"
El fundador y máximo líder del CJNG es considerado por las autoridades estadounidenses como uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo. Exmilitar y exintegrante del extinto Cártel del Milenio, "El Mencho" forjó su imperio tras romper con Los Zetas y consolidar una de las organizaciones criminales más violentas y poderosas de América Latina.
Su historial incluye ataques directos a fuerzas armadas mexicanas, como el derribo de un helicóptero de la Sedena en 2015, y masacres contra comunidades enteras en Michoacán y Jalisco. Además, se le atribuye el envío sistemático de cargamentos de fentanilo a Estados Unidos, donde la droga ha provocado una epidemia de sobredosis.
Pese a estar prófugo desde hace más de una década, su influencia sigue intacta. El Departamento de Estado ofrece una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que conduzca a su captura. Washington lo señala como el responsable directo de dirigir una organización transnacional de narcotráfico y lavado de dinero bajo un modelo de terror.

Julio Alberto Castillo Rodríguez, "El Chorro"
Yerno de "El Mencho" y figura clave en el aparato logístico del cártel, Castillo Rodríguez ha sido identificado como el principal enlace con el puerto de Manzanillo, en Colima. Desde ahí, supervisa la llegada de cargamentos de precursores químicos desde Asia —ingredientes fundamentales para la producción de fentanilo y metanfetamina.
Su nombre apareció por primera vez en el radar de las autoridades en 2015, cuando fue detenido junto a su esposa, pero obtuvo su libertad por errores procesales. A lo largo de los años, ha escalado posiciones dentro del CJNG y se ha ganado la confianza de su suegro, al punto de ser considerado su posible sucesor.
La OFAC lo describe como un operador con vastas conexiones internacionales, capaz de mover dinero, droga y armas entre continentes. Su inclusión en la lista negra tiene como objetivo cortar esa cadena de suministro.
Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán, "El Sapo" o "El Doble R"
Quizá la figura más temida dentro del brazo armado del CJNG. Mendoza Gaytán ha sido vinculado a actos de extrema brutalidad, incluidos asesinatos masivos, desapariciones forzadas y el control de campos de entrenamiento paramilitares.
El Departamento del Tesoro lo señala como el responsable directo del Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, donde en marzo pasado fueron encontrados restos humanos, ropa, mochilas, zapatos y otros indicios de un centro de reclutamiento criminal.
De acuerdo con la OFAC, "El Sapo" no solo lideraba los entrenamientos, sino que daba la orden de ejecutar a aquellos que no cumplían las expectativas del cártel. Testimonios de sobrevivientes y hallazgos forenses revelan que ahí operaba un sistema de adoctrinamiento forzado y asesinatos ejemplares.
Su capacidad de mando militar lo convierte en una pieza clave para las ofensivas del CJNG en estados como Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán.

Audias Flores Silva, "El Jardinero"
A diferencia de otros líderes que se especializan en logística o guerra, Flores Silva es un operador híbrido: coordina tanto la producción de drogas sintéticas como operaciones armadas. Se le atribuye el control de varios laboratorios clandestinos en el centro de Jalisco y en el sur de Zacatecas, enfocados principalmente en la elaboración de metanfetamina.
Además, ha liderado ataques contra organizaciones rivales como La Familia Michoacana y Cárteles Unidos en la disputa por el control de Michoacán. Su estilo de liderazgo es descrito como "rígido y violento", y ha sido relacionado con desplazamientos forzados, masacres y amenazas a comunidades que se niegan a cooperar con el cártel.
La OFAC lo acusa de comandar estructuras responsables de atentados contra funcionarios locales, alcaldes y cuerpos policiales, lo que ha generado climas de ingobernabilidad en zonas rurales.

Rubén Oseguera González, "El Menchito"
Aunque no fue el foco principal del anuncio del Tesoro, su figura sigue siendo relevante. Hijo de El Mencho, Rubén Oseguera fue arrestado en 2015 y extraditado a Estados Unidos en 2020. Sin embargo, sigue apareciendo en investigaciones por lavado de dinero y por haber manejado estructuras financieras del cártel antes de su detención.
Su relación directa con los altos mandos del CJNG lo convierte en un actor simbólico para Washington, que busca exhibir la dimensión familiar y hereditaria del poder dentro del cártel. La OFAC advirtió que todos estos personajes fueron sancionados por actuar "en nombre del CJNG, directa o indirectamente".

Más allá del golpe económico, la designación del CJNG bajo el marco legal de "organización terrorista extranjera" (OTE) amplía el margen de acción de las autoridades estadounidenses. Este enfoque permite intervenir con mayor fuerza legal, financiera y diplomática, además de facilitar futuras acusaciones penales.
Las sanciones también fomentan una mayor colaboración internacional, especialmente con México, en materia de inteligencia financiera, combate al lavado de dinero y extradiciones.
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¿Un golpe real o simbólico?
Si bien estas acciones suponen un duro golpe a las finanzas del cártel y aumentan la presión sobre sus líderes, su impacto real dependerá de la capacidad del gobierno mexicano para ejecutar arrestos, desmantelar estructuras locales y colaborar plenamente con Washington.
El caso del Rancho Izaguirre, donde presuntamente se reclutaba y adoctrinaba a jóvenes antes de ser asesinados si no obedecían, pone de nuevo en evidencia los niveles de violencia del CJNG, así como la necesidad de una respuesta binacional más contundente.
Mientras tanto, Estados Unidos parece decidido a ir más allá del discurso: asfixiar financieramente al CJNG y frenar el flujo de fentanilo, cueste lo que cueste.
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