ARTEFACTOS CASEROS
Explosivos del narco en Michoacán: artesanos de pirotecnia forzados a colaborar con cárteles
Grupos criminales como el CJNG y Los Viagras utilizan a coheteros locales para construir minas artesanales y drones explosivos; se han decomisado más de 3 mil artefactos.
Los explosivos caseros que estremecen Michoacán no solo provienen del crimen organizado, detrás de muchos de ellos hay manos expertas en pólvora y pirotecnia, reclutadas, por voluntad o bajo amenaza, por cárteles como el CJNG y Los Viagras. La violencia en la región ya no solo se libra con armas de fuego, sino con minas enterradas y drones modificados, fabricados con el conocimiento de artesanos locales.
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En el corazón de la Tierra Caliente, la violencia del narcotráfico ha adoptado nuevas formas. Las organizaciones criminales que disputan el control del territorio han sumado a sus filas a una inesperada clase de colaboradores, los coheteros o artesanos expertos en pirotecnia. Con sus conocimientos, han comenzado a fabricar explosivos improvisados que hoy sirven como minas terrestres o son adaptados a drones para ataques dirigidos.
Según autoridades federales, tanto el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como Los Viagras están reclutando a estos artesanos, a veces por la fuerza y otras por voluntad propia, para fortalecer su división de armamento casero. La experiencia de los coheteros en el manejo de pólvora resulta invaluable para la producción de estos artefactos, que representan una creciente amenaza para militares, policías y civiles en la zona.
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Sustracciones ilegales
Carlos Roberto Gómez Ruiz, subdirector del Agrupamiento Especializado en Artefactos Explosivos y Materiales Peligrosos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán, confirmó que estos grupos adquieren parte del material explosivo en ferreterías locales o lo sustraen ilegalmente de la industria minera, particularmente dinamita usada para fragmentar piedra.
"Tenemos una zona de artesanos en pirotecnia en Michoacán. Así como hay personal de corporaciones de seguridad que desertan, también hay artesanos que cruzan la línea y terminan trabajando para los grupos delictivos. Ellos fabrican pólvora, y cuando logran obtener explosivos de uso industrial, los transforman en armamento", explicó Gómez Ruiz.
La presencia de estos explosivos se concentra principalmente en los municipios de Apatzingán, Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec, Múgica, Parácuaro, Aguililla y Tumbiscatío, donde los ataques con minas artesanales y drones explosivos se han vuelto cada vez más frecuentes. Esta estrategia busca no solo frenar el avance de las fuerzas armadas, sino también infundir terror entre la población civil y los grupos rivales.
Las zonas más afectadas
Una de las zonas más afectadas es la sierra que conecta municipios como Tepalcatepec, Los Reyes, Coalcomán y Cotija. Según fuentes del gabinete de seguridad, esta franja ha sido sembrada con explosivos por el CJNG, como parte de una estrategia para controlar el tránsito hacia el estado de Jalisco. De hecho, caminos de terracería entre comunidades como Santa María del Oro, Paredes del Ahogado o Punta de Agua se encuentran minados, dificultando el acceso y poniendo en riesgo la vida de quienes transitan por ellos.
En 2023, dos elementos del Ejército Mexicano murieron al pisar una de estas "narcominas" en la localidad de Paredes del Ahogado. Las autoridades han documentado al menos 3,454 artefactos explosivos improvisados decomisados desde la creación del agrupamiento especializado, principalmente en Apatzingán y Buenavista Tomatlán.
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Las consecuencias de esta guerra no convencional han generado desplazamiento forzado entre la población civil. Varias comunidades han quedado atrapadas entre las minas, los patrullajes militares y los enfrentamientos entre cárteles, obligando a decenas de familias a abandonar sus hogares por temor a ser víctimas de una explosión.
Ante esta situación, un juez federal ordenó al gobierno de México y al de Michoacán implementar acciones inmediatas para identificar y desactivar las zonas minadas. En una suspensión definitiva otorgada a un grupo de jornaleros que solicitó un amparo, el Juzgado Primero de Distrito señaló que la presidenta Claudia Sheinbaum deberá coordinar esfuerzos con las autoridades federales para garantizar la seguridad de los habitantes y evitar que más personas sean desplazadas de manera forzada.
Mientras tanto, los coheteros continúan en el punto ciego del conflicto: algunos son víctimas del reclutamiento forzado, otros, colaboradores voluntarios seducidos por el poder y el dinero del narcotráfico. Lo cierto es que su conocimiento en pirotecnia se ha transformado en una herramienta letal que mantiene en jaque a todo Michoacán.
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