Feminicida de Iztacalco llamó a una de sus víctimas para burlarse antes de morir: "No se arrepentía de nada"

Miguel "N", señalado como el feminicida serial de Iztacalco, murió en circunstancias sospechosas dentro del Reclusorio Oriente días después de realizar una llamada telefónica desde prisión para burlarse de una de sus víctimas. La necropsia fue llevada a cabo por peritos forenses y supervisada por representantes legales de las familias afectadas.

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El deceso de Miguel "N", quien enfrentaba procesos penales por al menos seis feminicidios y un intento más, ha generado cuestionamientos hacia las autoridades penitenciarias y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), especialmente por la omisión de medidas de protección para las víctimas, a pesar de las recientes amenazas realizadas desde prisión.

La noche del domingo, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) confirmó que Miguel había muerto luego de sufrir una caída dentro del penal. Según el reporte oficial, fue trasladado al Hospital General de Iztapalapa para recibir atención médica, pero falleció poco después a causa de un paro respiratorio. Las circunstancias de la caída no han sido esclarecidas, y tanto la Fiscalía como el Sistema Penitenciario han abierto investigaciones para determinar si hubo omisiones o irregularidades en su custodia.

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Un feminicida sin ninguna gota de arrepentimiento

Días antes de su muerte, Miguel "N" realizó una llamada telefónica desde una caseta ubicada dentro del penal, no desde un teléfono móvil, para contactar a un familiar directo de una de sus víctimas, María José. De acuerdo con el testimonio de la abogada Erandali Trujillo, quien representa legalmente a las familias afectadas, la llamada tuvo un único propósito: burlarse cruelmente y reafirmar que no sentía ningún tipo de remordimiento por los crímenes cometidos.

"Dijo que lo hizo porque le satisfacía", denunció la abogada, señalando que el contenido de la llamada fue sumamente revictimizante y ofensivo. Trujillo lamentó que, pese a haber notificado a las autoridades el mismo día en que se produjo la llamada, la Fiscalía capitalina no activó protocolo alguno para proteger a las víctimas o sus familiares. "La Fiscalía tenía conocimiento, pero no actuó", aseguró.

El hecho de que Miguel haya podido realizar una llamada a una víctima o su entorno cercano desde prisión generó serias dudas sobre la vigilancia y el control en el Reclusorio Oriente. La abogada Trujillo afirmó que, al parecer, el feminicida no tenía restricciones para comunicarse, lo cual le permitió acceder a números telefónicos que aún no se sabe cómo consiguió.

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Necropsia con vigilancia de víctimas

Este lunes, la FGJCDMX informó que se están llevando a cabo estudios periciales y toxicológicos, así como la necropsia correspondiente, para esclarecer las causas de la muerte de Miguel. La autopsia está siendo realizada por personal del Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses del Poder Judicial capitalino.

Un hecho que llamó la atención es que los asesores jurídicos de las familias de las víctimas estuvieron presentes durante el proceso, una medida que busca ofrecer transparencia y acceso directo a la información para los afectados. 

La historia de Miguel "N" no concluye con su muerte. Por el contrario, ha abierto nuevas luchas legales y sociales. Las familias de las víctimas no buscan venganza, sino verdad, justicia y garantías de no repetición. Y ahora, el Estado tiene una nueva deuda, explicar por qué, incluso tras mantenerse dentro de un reclusorio, este hombre pudo seguir dañando a quienes ya habían sufrido su violencia.

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