INCOMUNICADO Y AISLADO
Así es la vida de Caro Quintero en la cárcel de EE.UU.
El líder del Cártel de Guadalajara, extraditado a Estados Unidos, cumple su primer mes en prisión bajo medidas que limitan su comunicación y lo mantienen en aislamiento total.
A menos de un mes de su llegada a Estados Unidos, Rafael Caro Quintero, líder histórico del Cártel de Guadalajara, enfrenta severas restricciones en prisión. Las autoridades estadounidenses impusieron Medidas Especiales Administrativas (SMA), que limitan drásticamente su comunicación con el exterior y lo mantienen en aislamiento, según informó el periodista Arturo Ángel.
Desde el 17 de marzo, el Departamento de Justicia de EE.UU. catalogó a Caro Quintero, de 72 años, como un "prisionero de alto nivel criminal y riesgo". Este estatus permitió la aplicación de las SMA, que se usan para reclusos involucrados en terrorismo, liderazgo de organizaciones criminales o delitos de extrema violencia.
Según el oficio emitido por la fiscal Saritha Komatireddy, las medidas están diseñadas para evitar que los internos sigan coordinando actividades ilícitas desde la prisión.
Caro Quintero vive en condiciones extremas de aislamiento
El capo mexicano se encuentra en confinamiento solitario, sin la posibilidad de interactuar con otros reclusos. Además, se le ha restringido el acceso a llamadas telefónicas y al intercambio de cartas, incluso con sus abogados.
Esta medida ha generado un ambiente de aislamiento absoluto, limitando su comunicación con familiares y los medios. De las 24 horas del día, Caro Quintero permanece 23 horas en su celda, y solo una hora se le permite estar en espacios comunes bajo estricta supervisión.
Las medidas también incluyen el monitoreo y grabación de las conversaciones que el capo tenga con sus defensores, lo que restringe su derecho a la privacidad en la defensa legal.
Caro Quintero, apodado "el narco de los narcos", fue recapturado en 2022 en Sinaloa, tras una larga búsqueda que duró casi una década. El 27 de febrero, el gobierno mexicano lo extraditó a Estados Unidos, junto con 28 prisioneros más, por cargos relacionados con el narcotráfico.
Se declara "no culpable" en su primera audiencia en EE.UU.
En su primera comparecencia el pasado 28 de febrero, Caro Quintero se declaró "no culpable" de los cargos de crimen organizado y tráfico de drogas, entre otros. La audiencia se llevó a cabo en la agencia antidrogas de EE.UU., que también lo acusa del asesinato de "Kiki" Camarena, un agente de la DEA asesinado en 1985. Por este crimen, ofreció una recompensa de 20 millones de dólares por su captura, la suma más alta ofrecida por un capo mexicano.
A finales de los años 70, Caro Quintero se asoció con Miguel Ángel Félix Gallardo ("El Jefe de Jefes") y Ernesto Fonseca Carrillo para fundar el Cártel de Guadalajara. Esta organización se convirtió en uno de los principales actores del narcotráfico en México, siendo Caro Quintero el mayor exportador mexicano de marihuana, con una fortuna calculada en 500 millones de dólares.
Sin embargo, la relación entre México y Estados Unidos se deterioró tras el asesinato de Camarena, lo que intensificó la lucha contra el narcotráfico y llevó a la caída del Cártel de Guadalajara. Caro Quintero fue arrestado en 1985 en Costa Rica y condenado a 40 años de prisión por los crímenes. Sin embargo, en 2013 fue liberado por un tecnicismo legal.
La DEA continuó persiguiéndolo por sus vínculos con el narcotráfico, y en 2023 fue finalmente extraditado a Estados Unidos. Ahora, el capo mexicano enfrenta en EE.UU. una posible cadena perpetua, e incluso podría enfrentar la pena de muerte, aunque el acuerdo de extradición entre México y Estados Unidos prohíbe la ejecución de los reos extraditados.
No obstante, su caso sigue siendo uno de los más vigilados y controvertidos en la lucha contra el narcotráfico, y su extradición representa un hito importante en la historia de la lucha contra las organizaciones criminales.
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