MUCHOS AMORES EN LA MÚSICA Y POCOS EN LA VIDA REAL
¿Quiénes fueron los amores de Paquita la del Barrio?
Paquita la del Barrio se enamoró de un hombre casado en Veracruz. En Ciudad de México pudo rehacer su vida con Alfonso Martínez, pero él le fue infiel
Tanto que le cantó al amor y al desamor y, según su propio relato, solo tuvo dos grandes relaciones amorosas. Es Francisca Viveros Barradas, conocida popularmente como Paquita la del Barrio, quien falleció este lunes a los 77 años de edad. Su frase "¿me estás oyendo, inútil?" pasó a la historia como una forma de manifestar las mujeres su rechazo a los hombres machistas, infieles y malos esposos.
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Un hombre casado
Paquita la del Barrio, una joven de familia campesina en Veracruz que se describía a sí misma como "muy pobre" y que montaba a caballo, era hija de un hombre casado. En su primera relación repitió la historia al enamorarse, también, de un hombre casado.
En la presidencial municipal, donde hacía partidas de nacimiento y -paradójicamente- casaba a la gente, conoció a Miguel Gerardo, un hombre 28 años mayor que ella que ya poseía una familia: él tenía 44 años y ella tenía 16 años. Su primer hijo lo tuvo el 5 de enerio de 1968; el segundo, el 4 de mayo de 1969.
"Cometí el error de meterme con un hombre casado, se me fueron siete años de vivir con ese señor", confesó en entrevista con Gustavo Adolfo Infante en el programa "El minuto que cambió mi destino".
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Un hombre infiel
La cantante, ya mudada a Ciudad de México, se enamoró de Alfonso Martínez. Lo describió como un amor a primera vista. Con ese hombre estuvo más de 30 años. Y a él le soportó infidelidades, e incluso, una familia paralela que incluía una hija. Pese a los amores y la bebida, Paquita permaneció con Martínez -aunque separados- hasta su muerte. "Me casé y me descasé".
Con él, tuvo dos gemelos, en 1977, que se marcharon a los pocos días: "Dios me los quitó". Todo esto coincidió con la enfermedad de su madre. "Casi no podía movilizarme" por el tamaño de la barriga. "Mi madre se murió en 1977. Los niños se tragaron todo eso". Su madre falleció el 11 de diciembre, el 26 nacieron sus hijos y el 29 murieron los dos.
Su otro amor: la música
Paquita afirmó siempre que la música era otro de sus grandes amores. Comenzó como cantante en su pueblo, mientras montaba a caballo: "No sé si empecé a cantar por miedo, o porque me gustaba", rememoró en la misma entrevista. La canción que entonaba era "ay, que laureles tan verdes". El resto es historia.
La artista deja un vacío en el mundo de la música en México, y millones de personas que siguen entonando su clásico "rata de dos patas" para recordar los amores frustrados y las traiciones.
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