- 28 de enero de 2025
Mafer Turrent fue liberada tras 5 días de estar detenida luego de denunciar a su pareja por violencia, quien la acusó de retener ilegalmente a sus hijos, en San Andrés Tuxtla, Veracruz.
El caso de María Fernanda Turrent ha sacudido los cimientos de la procuración de justicia en la Ciudad de México. Una mujer que denunció a su expareja, Édgar González, por violencia de género en 2023, ha vivido una serie de acontecimientos judiciales que han provocado tanto indignación como solidaridad, principalmente de colectivos feministas y de su propia familia.
El 22 de enero, Turrent fue detenida y enviada a prisión bajo acusaciones de sustracción de menores. Sin embargo, el caso ha puesto en evidencia un sistema judicial que, según sus defensores, ha actuado de manera errónea e injusta, tomando en cuenta la violencia sistemática que sufrió durante años.
La denuncia y el contexto de violencia
En 2023, Mafer Turrent decidió romper el silencio y denunciar a su expareja por violencia de género, una decisión que marcó el inicio de una batalla legal que aún sigue en curso. Pero lo que parecía ser una oportunidad para que la justicia diera voz a la víctima, rápidamente se convirtió en una historia de revictimización. A pesar de la denuncia por maltrato, Turrent fue acusada de robarse a sus hijos, lo que culminó en su detención en enero de 2024.
A través de videos y audios, Turrent hizo públicas las amenazas y agresiones que sufrió durante su relación con González, padre de sus hijos. En uno de los fragmentos que se difundieron, se escuchan los gritos de González: "¡Te hincas o mato a tus hermanos!".
Este y otros testimonios de violencia fueron utilizados por los colectivos feministas para exigir justicia y visibilizar lo que muchos consideran un patrón de impunidad para los agresores con poder económico. Las grabaciones fueron un grito de auxilio, que mostraba a una madre desesperada por proteger a sus hijos de un entorno de violencia.
La lucha y la solidaridad: un movimiento feminista en pie de guerra
El caso de Turrent rápidamente se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia de género y la injusticia en los procesos judiciales. Cuando fue detenida el 22 de enero, los grupos feministas se movilizaron en su defensa, exigiendo su liberación y una revisión profunda del caso. Las protestas se hicieron sentir en las calles y en las redes sociales, donde se difundieron videos y audios de los abusos a los que Mafer había sido sometida. La presión de estos colectivos llegó hasta la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández, quien calificó el caso como "indignante".
La fiscal capitalina, Bertha Alcalde Luján, no tardó en reaccionar. Este fin de semana, tras el escándalo mediático y las protestas, destituyó al fiscal de Delitos Cometidos en Agravio de Niñas, Niños y Adolescentes, Miguel Ángel Barrera, y advirtió que no toleraría "la manipulación del sistema con recursos económicos o aprovechando vínculos con el poder". Estas acciones, en parte, fueron interpretadas como un reconocimiento de los vicios en el sistema judicial que favorecen a los agresores, especialmente cuando cuentan con recursos para influir en el proceso.
Un giro judicial: Mafer Turrent es liberada
El lunes 29 de enero, tras una audiencia de 10 horas, la jueza de control determinó no vincular a Mafer Turrent a proceso por el delito de sustracción de menores, y decidió liberarla. El abogado de Turrent, Miguel Ángel Aguilar, celebró la decisión judicial, señalando que esta marca un precedente importante:
"La jueza analizó las pruebas y concluyó que la señora estaba viviendo en un entorno de violencia, que los niños estaban viviendo en un entorno de violencia, y que, aunque sí los llevó sin autorización, lo hizo para protegerlos". La jueza resolvió el caso con perspectiva de género, entendiendo las circunstancias que llevaron a Turrent a tomar esas decisiones.
Sin embargo, a pesar de la liberación, el proceso judicial no ha terminado para Mafer Turrent. Aún quedan pendientes dos carpetas de investigación: una por supuesto fraude procesal contra su exmarido y otra por el presunto quebrantamiento de correspondencia. Pero, por lo menos, el primer obstáculo ha sido superado, y la mujer que denunció su sufrimiento ha logrado recuperar su libertad, al menos por ahora.
El futuro del caso y los retos que deberá enfrentar
Este caso ha dejado en evidencia la importancia de aplicar la justicia con perspectiva de género, entendiendo las circunstancias de las víctimas de violencia. A pesar de la liberación de Turrent, muchos cuestionan si el sistema judicial está preparado para garantizar que se haga justicia a todas las víctimas de violencia, sin importar su condición social, económica o de género.
El caso de Mafer Turrent es una lucha que no termina con su liberación. A lo largo de este proceso, ha quedado claro que no solo está en juego la libertad de una mujer, sino también el derecho a vivir una vida libre de violencia. Organizaciones feministas y su familia siguen luchando para que el caso sirva de precedente en un sistema que, por muchos años, ha dejado desprotegidas a las mujeres víctimas de abuso.
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