Conductora de Imagen TV es víctima de montachoques: "Tenía tanto miedo"

El modus operandi conocido como "montachoques" continúa siendo una preocupación creciente para los automovilistas en la Ciudad de México (CDMX). Este delito, que combina intimidación y extorsión, ha sido motivo de atención pública tras la denuncia de la conductora de televisión Gabriela Prieto, quien recientemente compartió su experiencia en redes sociales, advirtiendo sobre los riesgos de esta peligrosa práctica.

Prieto narró cómo fue víctima de un intento de extorsión mientras manejaba por la ciudad. Según su relato, un automóvil impactó de forma intencional su vehículo, obligándola a detenerse. Acto seguido, un hombre y una joven comenzaron a gritarle para que descendiera del auto. La conductora, sintiendo que la situación era insegura, decidió continuar manejando pese a los gritos e insultos.

"Acabo de vivir una experiencia horrible: un hombre y una joven me gritaban que me bajara de mi coche. Tenía tanto miedo que lo único que pude hacer fue seguir manejando mientras me temblaban las piernas. En serio, tengan mucho cuidado", expresó Prieto en su publicación.

Aunque logró salir ilesa, su testimonio pone de relieve una vez más, la problemática a la que se enfrentan los conductores ante estos delitos, que no solo implican pérdidas económicas, sino también un alto costo emocional y psicológico para las víctimas.

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¿Cómo operan los montachoques?

El modus operandi de los montachoques es directo pero efectivo. Los delincuentes provocan un choque menor, usualmente en zonas de alto tráfico, y aprovechan el momento de confusión para intimidar a la víctima. Usualmente, exigen el pago en efectivo, argumentando que no quieren involucrar a aseguradoras, y recurren a tácticas de intimidación o incluso agresiones para presionar al conductor.

En casos extremos, los criminales persiguen a las víctimas por largos tramos, generando situaciones de alto riesgo. Este tipo de delitos no solo pone en peligro a las personas directamente involucradas, sino también a otros conductores en la vía pública.

Reformas legales y acciones de las autoridades

Ante el incremento de estos delitos, las autoridades han tomado medidas para tipificar el modus operandi como un caso de extorsión. El secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Pablo Vázquez, informó que los montachoques ahora están catalogados como una agravante del delito de extorsión, lo que permite una persecución más efectiva de los responsables.

"Es una conducta extorsiva. Ahora, con la reforma que se implementó, esta práctica tiene agravantes dentro del tipo penal de extorsión, lo que sin duda facilitará su persecución", explicó Vázquez.

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La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) reportó recientemente la detención de seis personas vinculadas con una célula delictiva conocida como "Los 300" o "Unión Bloque 2000". Este grupo está relacionado con al menos cinco casos de extorsión bajo la modalidad de montachoques, además de actividades de narcomenudeo.

Según Vázquez, desde la implementación de la estrategia contra la extorsión se han registrado más de 40 detenciones relacionadas con este delito, incluidas aquellas de objetivos prioritarios en la lucha contra el crimen organizado.

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Prevención contra los montachoques

Las autoridades han emitido recomendaciones clave para prevenir ser víctima de montachoques:

• No descender del vehículo inmediatamente: Si el choque parece sospechoso o los involucrados actúan de manera agresiva, es mejor permanecer dentro del automóvil y contactar a las autoridades.
• Llamar al 911: Notificar a las fuerzas de seguridad sobre el incidente permite obtener asistencia inmediata.
• Evitar negociaciones directas: Los delincuentes suelen insistir en resolver el conflicto sin involucrar aseguradoras, lo cual es una señal de alerta.
• Registrar pruebas: Tomar fotografías del incidente y los vehículos involucrados puede ser crucial para cualquier denuncia posterior.

Más allá de las pérdidas económicas, el impacto emocional de los montachoques es significativo. Las víctimas suelen experimentar miedo, ansiedad y, en algunos casos, estrés postraumático. Gabriela Prieto confesó sentirse aterrada durante el incidente, una reacción común entre quienes enfrentan estas situaciones.

El caso de Prieto ha puesto nuevamente sobre la mesa la necesidad de reforzar la seguridad en las vialidades de la CDMX. La implementación de cámaras de vigilancia, la capacitación de los conductores en estrategias de autoprotección y la mejora en la respuesta de las autoridades ante este tipo de emergencias son algunas de las acciones que podrían marcar la diferencia.

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