- 01 de octubre de 2024
El ciclón alcanzó vientos de 265 km/h, causando inundaciones y caos en Venezuela y poniendo en alerta a varias naciones del Caribe
El furioso paso del huracán Beryl ha dejado una estela de desolación a su paso por el Caribe. Con vientos de hasta 265 km/h y lluvias torrenciales, el meteoro ha causado graves inundaciones en el estado Sucre, Venezuela, donde el desbordamiento del río Manzanares en Cumanacoa cobró la vida de dos personas y dejó a cientos atrapados. Las comunidades locales se han movilizado para rescatar y asistir a los afectados, mientras que la tormenta avanza, sembrando temor en toda la región.
El huracán Beryl, que se intensificó a categoría 5 el martes 2 de julio, ha sido descrito por los meteorólogos como uno de los ciclones más devastadores en la historia reciente del Caribe. Originándose en el Atlántico, Beryl se desplazó rápidamente hacia el oeste-noroeste, atravesando el mar Caribe con una fuerza implacable, hace unos momentos se ha indicado que ha bajado su categoría a 4, sin embargo, aún sigue siendo una fuerte amenaza para la zonas por donde pasará.
En Venezuela, el estado Sucre sufrió el impacto directo del huracán. La ciudad de Cumanacoa, en particular, experimentó graves inundaciones debido al desbordamiento del río Manzanares. Las aguas crecidas arrasaron viviendas, arrancaron árboles y dejaron a muchas personas atrapadas en sus hogares. Dos personas perdieron la vida en medio del caos, mientras que las autoridades locales y los residentes se apresuraron a organizar operaciones de rescate y asistencia.
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El ministro de Relaciones Interiores, Remigio Ceballos, publicó un video en redes sociales que muestra las calles inundadas de Cumanacoa y la magnitud del desastre. Las imágenes capturan la desesperación de la gente y el arduo trabajo de los equipos de emergencia, quienes han estado proporcionando atención médica, alimentos, agua potable y otros suministros esenciales a los afectados.
Beryl no se detiene. Con vientos sostenidos de 270 km/h y desplazándose a 35 km/h, el huracán continúa su camino hacia el oeste-noroeste. Las proyecciones del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) de Venezuela indican que Beryl se encuentra en el mar Caribe, y su presión mínima central es de 934 hPa.
La tormenta ha puesto en alerta a varios países del Caribe, incluidos República Dominicana, Jamaica y Puerto Rico. Las autoridades de Jamaica activaron los protocolos de su Ley de Gestión de Riesgos de Desastres en anticipación al impacto del huracán. Equipos de emergencia y servicios de rescate están en máxima alerta, preparados para enfrentar los posibles estragos.
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Los testimonios de los afectados en Venezuela son desgarradores. María Hernández, residente de Cumanacoa, relató cómo el agua comenzó a inundar su casa en la madrugada, obligándola a evacuar junto con sus tres hijos pequeños. "Nunca había visto algo así. El agua subió tan rápido que apenas tuvimos tiempo de salir. Lo perdimos todo", comentó.
La infraestructura en las zonas afectadas ha sufrido daños significativos. Las redes eléctricas y de agua potable colapsaron, dejando a miles sin servicios básicos. Las carreteras están inundadas o bloqueadas por escombros, dificultando las labores de rescate y el suministro de ayuda humanitaria.
El gobierno venezolano ha desplegado recursos y personal para hacer frente a la emergencia, pero la magnitud del desastre plantea enormes desafíos logísticos. Se han establecido refugios temporales para los desplazados, y se trabaja en la rehabilitación de los servicios esenciales, aunque la recuperación será un proceso largo y complicado.
Con Beryl avanzando hacia el oeste, otros países del Caribe están tomando medidas preventivas. En República Dominicana, las autoridades han emitido alertas y recomendaciones a la población para prepararse ante el posible impacto del huracán. Se han establecido centros de evacuación y se están distribuyendo suministros de emergencia en las zonas más vulnerables.
Puerto Rico, aún recuperándose de los efectos de huracanes anteriores, ha activado su plan de emergencia y está en constante comunicación con el Centro Nacional de Huracanes (NHC) para monitorear el avance de Beryl. Las autoridades han instado a los ciudadanos a mantenerse informados y seguir las indicaciones de seguridad.
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