El Castigo: una película sobre la maternidad y el hartazgo llega a salas de México

En el panorama cinematográfico actual, cada vez más películas exploran y cuestionan los roles tradicionales de la mujer y la maternidad en Latinoamérica, ofreciendo perspectivas críticas sobre temas arraigados en nuestra sociedad.  Películas como "Huesera" de Michelle Garza Cervera y "Los Días Francos" de Ulises Pérez Mancilla desafían las convenciones establecidas, y exploran la complejidad de las relaciones familiares, la identidad femenina y las expectativas sociales, sobre todo hacia el papel de la mujer y el ser madre.  En este contexto, la película "El Castigo", del director Matías Bize, se presenta como otra valiente y valiosa contribución a este diálogo y ofrece una mirada hacia la relación entre madre-hijo en un entorno cargado de suspenso y emotividad.

La película cuenta la historia de Ana (Antonia Zegers) y Mateo (Néstor Cantillana) una pareja que se enfrenta al tormento de perder a su hijo Lucas en un bosque cercano a la carretera.  Lo que inicialmente parece ser un simple acto de disciplina al dejar al niño de 7 años solo por unos momentos como castigo, desencadena una serie de eventos angustiosos que llevarán al límite a la madre y la harán cuestionar todo acerca de su rol cómo madre y el amor que tiene por su hijo.

"Yo soy una buena madre" dice Ana en uno de los momentos más tensos de la cinta, sin embargo, ella sabe muy bien que, frente a los ojos de los demás, sus medidas pueden ser calificadas como exageradas e incluso crueles, pero ¿quién te prepara para ser madre? ¿Quién te prepara para lidiar con un hijo que, aparentemente, no soporta tu presencia?

Y es que la maternidad no solo se compone de los momentos bellos al lado de un hijo; también existe un lado oscuro, impregnado de palabras hirientes, confusión, tristeza y hasta arrepentimiento. "El Castigo" no teme adentrarse en los rincones más sombríos de este tipo de relaciones; la cinta examina las tensiones y los conflictos que pueden surgir dentro de la dinámica familiar, y lo hace de manera brillante.

La actuación de  Zegers, Cantillana y Catalina Saavedra, quien se les une como una policía que ayuda en la búsqueda del pequeño, es simplemente extraordinaria. La pareja transmite de manera vívida la intensidad emocional de la situación. Si bien en un principio ella se muestra fría y segura de que no ha pasado nada grave, poco a poco esa seguridad se va quebrantando, cuando es consciente de que quizás, no se trata de un juego de su hijo, y podría estar en peligro en un bosque en donde, además del frío, hay pumas. Por otro lado, es este mismo bosque, un elemento que funciona como símbolo de lo desconocido y lo incontrolable, lo que añade una capa de tensión y oscuridad a la narrativa.

La película aborda de manera provocativa el papel tradicional de la maternidad y la feminidad, cuestionando la idea de que las mujeres están inherentemente destinadas a ser madres. Se destaca cómo las mujeres a menudo sacrifican su propia identidad, pasiones y sueños en aras de cumplir con las expectativas de la sociedad. Además, se exploran los elementos del patriarcado y cómo los hombres, en su papel de "buenos padres", pueden sentirse cómodos relegando la responsabilidad y la crianza de los hijos a las mujeres.

A medida que Ana y Mateo buscan desesperadamente a Lucas, se ven obligados a enfrentarse no solo a la posibilidad de perder a su hijo, sino también a cuestionar la estabilidad de su relación y la validez de sus propios roles en la familia. La película plantea preguntas sobre el amor, el sacrificio, el arrepentimiento y la identidad, invitando al espectador a reflexionar sobre las complejidades de las relaciones familiares y el significado de la maternidad en nuestra sociedad.

La película estrenará en salas mexicanas a partir del 4 de abril de la mano de Alfhaville Cinema.

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