Los Días Francos: una película sobre la precariedad laboral y los sueños frustrados

"Los Días Francos", ópera prima de Ulises Pérez Mancilla, se presenta como una exploración conmovedora y sincera sobre la precariedad laboral en el mundo del arte, centrándose en la difícil situación a la que se enfrentan los actores y actrices para no solo conseguir empleo, sino también ser remunerados en tiempo y forma. La película no solo expone estas dificultades económicas y la incertidumbre de los artistas, sino que también profundiza en temas más íntimos y personales como la maternidad, el fracaso y los sueños frustrados.

La película cuenta la historia de Amanda Suárez (Stephanie Salas), una actriz con escaso éxito y cuya carrera parece haberse estancado. Su despido de un trabajo en infomerciales desencadena una serie de eventos que la llevan a confrontar no sólo su identidad profesional, sino también su rol como madre de Nicolás (Arturo de la Rosa), un niño al que apenas dedica un poco de su atención.

Pérez Mancilla captura la complejidad emocional de Amanda y su desesperación ante la necesidad de mantenerse fiel a su pasión por la actuación mientras lucha por sacar a flote su vida personal; y al mismo tiempo, aborda la presión social y las expectativas impuestas sobre las mujeres: Amanda se enfrenta a la constante exigencia de equilibrar sus aspiraciones profesionales con las responsabilidades tradicionalmente asociadas con la maternidad.

Sin embargo, es imposible no plantearse la pregunta ¿hasta qué punto es válido aferrarse a los sueños? Y es que Los Días Francos invita a reflexionar sobre la naturaleza misma del arte y el sacrificio que conlleva perseguir los sueños en un país en donde la estabilidad laboral es nula.

No obstante, tantas cuentas por pagar (la renta, la colegiatura, la comida fiada e incluso el gimnasio) hacen que sea casi imposible empatizar con el personaje de Amanda, quien en su afán por perseguir un sueño cada vez más frustrado y lejano, y su afán por continuar viviendo una vida con cierto privilegio económico (prefiere pagar el gimnasio en vez de comprar la despensa de su hogar), desatiende lo que debería ser su prioridad principal: su propio hijo.

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El abandono de las infancias es, desde mi punto de vista, el tema más poderoso con el que cuenta la película. Porque quien realmente sufre las consecuencias de cada una de las decisiones de Amanda es sin duda Nicolás. Desde tener que improvisar un vestuario para salir a bailar en el festejo del Día de las Madres (festejo al cual, por cierto, Amanda no llega) hasta llevar una pésima alimentación a base de sopas Maruchan.

Los Días Francos tendrá su estreno en las salas de cine de México el próximo 7 marzo.