- 20 de noviembre de 2024
Sicarios aliados, una guerra sin cuartel desde avionetas Cessna desafía a las autoridades y aterroriza a la población civil en la sierra de Durango.
En la sierra de Durango, el narco está alcanzando nuevas alturas. A finales de octubre, los habitantes de la comunidad de Vasco Gil fueron testigos de una nueva táctica en la guerra entre cárteles, bombardeos aéreos con avionetas. Las explosiones sacudieron los hogares, pero, milagrosamente, no hubo víctimas mortales. Este capítulo de violencia es una escalada alarmante en el conflicto entre las facciones de Los Chapitos y La Mayiza, que ahora emplean estrategias militares dignas de un campo de batalla.
Cuatro bombas lanzadas desde una avioneta tipo Cessna estremecieron Vasco Gil, una comunidad enclavada en la sierra de Santiago Papasquiaro. Las viviendas de lámina temblaron, y los habitantes huyeron aterrados, sin saber lo que realmente pasaba.
Una semana después, las bombas volvieron a caer, esta vez en los municipios de Tamazula y Ocampo. Estas incursiones aéreas, protagonizadas por avionetas ligeras, son atribuidas a sicarios de La Chapiza, facción liderada por los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
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El gobernador de Durango, Esteban Villegas, confirmó que los ataques se llevaron a cabo con explosivos caseros y calificó de milagro que no hubiera heridos. Tras estos incidentes, las fuerzas federales intervinieron con operativos aire-tierra, logrando interceptar y forzar el aterrizaje de dos avionetas. Sin embargo, los pilotos escaparon, dejando las aeronaves abandonadas y sin rastro de los explosivos.
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El conflicto interno del Cártel de Sinaloa
Los ataques aéreos no son incidentes aislados, sino parte de una disputa sangrienta dentro del Cártel de Sinaloa. Todo comenzó en julio pasado con la captura del legendario capo Ismael "El Mayo" Zambada. Su hijo, Ismael Zambada Sicairos, conocido como "Mayito Flaco", responsabilizó a Los Chapitos de traición y decidió enfrentarlos directamente.
Desde septiembre, esta guerra interna ha alcanzado niveles críticos. Con la ayuda de los hermanos Cabrera Sarabia, aliados en Durango, Mayito Flaco lanzó una ofensiva para apoderarse de los bastiones controlados por Los Chapitos, incluidos municipios clave en Sinaloa.
El conflicto ha transformado la frontera norte entre Sinaloa y Durango en un campo de batalla. La región montañosa, conocida como el Triángulo Dorado, se ha convertido en el epicentro de los enfrentamientos entre estas facciones.
La estrategia 'blitzkrieg' de Los Chapitos
La respuesta de Los Chapitos ha sido sofisticada. Han adoptado una estrategia militar conocida como "blitzkrieg" o guerra relámpago, que combina ataques rápidos y devastadores. Mientras refuerzan sus posiciones en la frontera con Durango, también lanzan incursiones en territorio enemigo, apoyados por drones y, ahora, avionetas que arrojan explosivos improvisados.
Estas tácticas buscan desestabilizar las operaciones de los hermanos Cabrera Sarabia, quienes lideran la ofensiva de Mayito Flaco desde la sierra de Durango. La combinación de tecnología y movilidad les ha permitido a Los Chapitos mantenerse a la ofensiva, aunque el conflicto está lejos de resolverse.
Los Cabrera Sarabia: enemigos bien posicionados
Los hermanos Alejandro y José Luis Cabrera Sarabia, herederos de un imperio delictivo fundado por su hermano Felipe "El Inge", son piezas clave en esta disputa. Aunque sus operaciones comenzaron con el cultivo de marihuana, los Cabrera se han diversificado, convirtiéndose en aliados estratégicos de los Zambada dentro del Cártel de Sinaloa.
Con un conocimiento fuerte de la geografía del Triángulo Dorado, los Cabrera han mantenido su influencia en la región a pesar de los golpes sufridos en los últimos años, como la captura y extradición de Felipe Cabrera en 2020. Sus conexiones con autoridades locales y su brutalidad para consolidar poder los convierten en adversarios formidables para Los Chapitos.
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Avionetas Cessna: la herramienta perfecta del narco
Las avionetas ligeras, especialmente las Cessna, son aliadas indispensables para los cárteles mexicanos. Con capacidad para maniobrar en espacios reducidos y aterrizar en terrenos irregulares, estas aeronaves son ideales para operaciones en áreas remotas como la sierra de Durango.
Aunque originalmente diseñadas para vuelos civiles y ejecutivos, estas avionetas han sido adaptadas por los grupos criminales para transportar droga, movilizar a sus líderes y, como en este caso, lanzar ataques aéreos. El uso de explosivos desde el aire es una táctica innovadora en el mundo del narcotráfico, pero también refleja un preocupante nivel de sofisticación y recursos.
Ante esta nueva dimensión del conflicto, las autoridades federales han intensificado sus operativos. Con el apoyo de helicópteros Blackhawk y aeronaves Beechcraft T-6 Texan II, el Ejército ha logrado interceptar algunas de las avionetas utilizadas en los ataques. Sin embargo, la fuga de los tripulantes evidencia las limitaciones de las fuerzas de seguridad para contener a estos grupos en terrenos tan inhóspitos.
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