CRIMEN ORGANIZADO
Tlacos vs. Ardillos: la guerra que desató la barbarie en Chilpancingo
La guerra entre los grupos criminales Los Tlacos y Los Ardillos ha escalado en Chilpancingo, cobrando vidas y evidenciando los nexos del crimen organizado con la política local
El reciente asesinato de Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo con apenas seis días en el cargo, ha sacudido a Guerrero y ha puesto los reflectores sobre el grupo criminal Los Ardillos, que ha extendido su control en la región. Este homicidio, lejos de ser un hecho aislado, es el más reciente episodio en una ola de violencia que refleja una feroz disputa territorial entre dos de las facciones criminales más poderosas del estado: Los Tlacos y Los Ardillos.
Este acto violento no es un hecho aislado. Apenas unos días antes, el 3 de octubre, Francisco Gonzalo Tapia, secretario general del Ayuntamiento de Chilpancingo, fue asesinado en plena plaza cívica de la ciudad, en lo que fue otro golpe contra la estabilidad política de la región. Estos asesinatos se suman a una serie de ataques en contra de figuras clave de la seguridad local, como el de Ulises Hernández Martínez, ex director de la Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía Estatal, quien fue ejecutado el 27 de septiembre en Chilpancingo.
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Una región dominada por el terror
Estos incidentes han puesto en cuestión la capacidad de las autoridades para mantener el control en Chilpancingo. Según un informe reciente de AC Consultores, la capital del estado ha sido un campo de batalla entre al menos dos grupos delictivos: Los Tlacos y Los Ardillos. Estas organizaciones han aprovechado la fragilidad institucional para consolidar su poder y someter a la población a un régimen de miedo y extorsión.
El líder de Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez, ha sido vinculado a reuniones con figuras políticas locales, como la ex alcaldesa Norma Otilia Hernández, lo que ha levantado sospechas sobre los posibles nexos entre el crimen organizado y los funcionarios públicos. Esta complicidad encubierta ha generado desconfianza en la población y ha exacerbado la sensación de desamparo ante la violencia.
Un acuerdo roto y la guerra sin fin
En febrero de este año, se reportó un supuesto acuerdo de paz entre Los Tlacos y Los Ardillos, facilitado por el sacerdote Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos "Minerva Bello". Sin embargo, la tregua no fue más que una pausa efímera en un conflicto que ha continuado escalando.
El obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, ha señalado que la ex alcaldesa de Chilpancingo, así como la gobernadora Evelyn Salgado, han protegido a Los Tlacos, lo que ha alimentado la disputa entre ambos grupos. Cabe mencionar que la guerra se da por el control de la venta de drogas, cobro de piso al transporte de público y la venta de carne de res, cerdo y pollo.
Celso Ortega revela acuerdos con la alcaldesa de Chilpancingo
Celso Ortega Jiménez, presunto líder del grupo criminal Los Ardillos reveló detalles sobre su relación con Norma Otilia Hernández. Ortega afirmó que sostuvo una reunión de más de dos horas con la alcaldesa, en la que se discutieron compromisos que ella habría hecho para recibir el apoyo de Los Ardillos en su ascenso al poder.
Uno de los compromisos principales, según Ortega, era la entrega del control del rastro municipal y de los mercados de la ciudad, que se convertirían en parte de los negocios de la organización delictiva. "Me quedé esperando la respuesta porque ella iba a tratar el asunto a Chilpancingo con Los Tlacos para saber si estaban de acuerdo, pero ya no regresó", aseguró el líder criminal, subrayando la aparente traición de la alcaldesa.
La relación entre Hernández y Ortega salió a la luz en julio de 2023, cuando un video que los mostraba desayunando en un restaurante. La difusión del encuentro ocurrió pocos días después de que se encontraran los cuerpos desmembrados de siete personas en Chilpancingo, acompañados de un mensaje dirigido a la alcaldesa.
A pesar de las acusaciones, Hernández defendió su posición, afirmando que el encuentro con Ortega fue fortuito y no parte de un pacto con Los Ardillos. "Que se investigue, que se suba el video completo", pidió la alcaldesa en un encuentro con la prensa, en un intento por despejar las dudas sobre la naturaleza de su relación con el grupo criminal.
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La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena decidió expulsar a Norma Otilia Hernández del partido, calificando su reunión con el líder de Los Ardillos como una violación grave a los principios del partido. La controversia marcó un punto crítico en la carrera política de Hernández, que pasó de ser una de las figuras más prominentes del municipio a enfrentarse al rechazo público y político.
Mientras tanto, Los Ardillos continuaron lanzando mensajes a la alcaldesa. "Sigo esperando el segundo desayuno que me prometiste después que viniste a buscarme. Con cariño, tu amigo", expresó el grupo en un perturbador mensaje acompañado de los restos y las cabezas de cinco personas que fueron colocadas en el cofre de un auto.
La guerra entre Los Tlacos y Los Ardillos sigue cobrando víctimas, con ambos grupos disputándose el control de actividades delictivas como la extorsión del transporte público y la distribución de carne en la región, lo que ha llevado a una escalada de violencia en Chilpancingo.
Alejandro Arcos habría sido asesinado por Los Ardillos
Según reportes extraoficiales, Arcos fue ejecutado por el grupo criminal Los Ardillos el domingo 6 de octubre, en un encuentro que pretendía pacificar la región. El homicidio ocurrió en la localidad de Petaquillas, una zona bajo el control de Los Ardillos, de acuerdo con información del medio Milenio, el asesinato de Arcos habría sido una represalia por las tensiones surgidas tras una reunión que el alcalde sostuvo previamente con Los Tlacos.
El objetivo de Arcos era negociar con ambas facciones para alcanzar una tregua y reducir la violencia en Chilpancingo. Sin embargo, en su último encuentro con Los Ardillos, las diferencias entre las partes se intensificaron, y el intento del alcalde por pacificar el municipio terminó en su muerte.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SPyPC), Omar García Harfuch, informó que Arcos se dirigía solo a una reunión en Petaquillas el día de su asesinato.
El funcionario indicó que el alcalde salió de Chilpancingo en su propio vehículo, sin la compañía de escoltas ni chofer. "Sabemos que iba a una reunión específica, se pierde comunicación en una comunidad y, posteriormente, ya horas después, se realiza el hallazgo sin vida del alcalde".
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