Abuelitas gamers: Mami Nena y otras historias que desafían la edad en el mundo de los videojuegos

En el universo de los videojuegos, donde la juventud parece ser la protagonista indiscutible, emerge una historia singular que desafía los estereotipos y captura la atención de millones de jugadores en todo el mundo. "Mami Nena", una abuela chilena de 81 años, ha conquistado las redes sociales y se ha convertido en una sensación en el popular juego Free Fire. Pero no está sola en este viaje; conoce a otras dos abuelitas gamers que desafían la edad y demuestran que los videojuegos son para todos.

En la remota localidad chilena, María Helena Arévalo, a sus 81 años, ha desafiado todas las expectativas al convertirse en la celebridad del momento en el mundo gamer. Su historia comienza como una búsqueda de consuelo tras la pérdida de su esposo de 56 años. Su nieto, Héctor Carrasco, le presentó el mundo de los videojuegos, y así nació "Mami Nena", una guerrera virtual que, vestida con un kimono, deambula por el campo de batalla de Free Fire.

Lo que comenzó como una distracción para combatir la soledad se transformó en una hazaña impresionante: alcanzar el rango "Heroico" en Free Fire, el segundo nivel más alto del juego. Su destreza no pasó desapercibida, y con más de cuatro millones de seguidores en TikTok y 700,000 suscriptores en YouTube, Mami Nena se convirtió en una influencia reconocida en el mundo de los videojuegos. Incluso, fue invitada al aniversario de Free Fire en México, un logro que va más allá de la pantalla.

La historia de María Helena se entrelaza con la de Hamako Mori, una abuela japonesa de 90 años que desafía por completo la imagen convencional del gamer. Con 42 años de carrera en el mundo de los videojuegos y YouTube, Hamako Mori ostenta el título de la Youtuber Gaming más grande del mundo, según el Guinness World Records.

Nacida en 1930 en Japón, Mori se sumergió en los videojuegos en 1981 y ha atravesado todas las eras, desde las consolas más primitivas hasta las más modernas. Su extensa colección incluye títulos como Resident Evil, Final Fantasy, y Grand Theft Auto, demostrando que la pasión por los videojuegos no tiene límites de edad.

Desde Argentina, surge otra historia fascinante de una abuela que encontró en los videojuegos una conexión única con su familia. Isabel Martinotti, conocida como "La abuela gamer", comenzó a jugar hace casi dos décadas con su nieto de 9 años. Ahora, a punto de cumplir 91 años, se ha convertido en una entusiasta de la franquicia Final Fantasy y del juego Witcher 3.

Para Isabel, los videojuegos no solo son una fuente de entretenimiento, sino también una herramienta invaluable para fortalecer los lazos familiares. Con sabiduría, aconseja a los gamers más jóvenes que disfruten cada momento de la vida y recuerden descansar, una lección que trasciende las pantallas.

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Estas historias de abuelitas gamers no solo desafían los estereotipos sobre la edad y los videojuegos, sino que también inspiran a personas de todas las generaciones a probar algo nuevo. En un mundo donde la tecnología a menudo parece dividir a las generaciones, estas abuelitas demuestran que los videojuegos pueden ser un puente para construir relaciones más fuertes y abiertas.

Ariel Plabnik, Gerente de Desarrollo de Negocios de HyperX para el Cono Sur, destaca que estas historias demuestran que el gaming no tiene límites de edad ni género. Más allá de la competencia y la destreza, los videojuegos se revelan como una herramienta que conecta a las personas, independientemente de su edad.

Estas abuelitas gamers han demostrado que la pasión por los videojuegos no tiene límites. Ya sea enfrentando la soledad, rompiendo estereotipos o fortaleciendo lazos familiares, han dejado una marca indeleble en la comunidad gamer. Así que, la próxima vez que te enfrentes a un oponente en línea, piensa dos veces antes de subestimar quién está detrás de esos mandos. Podría ser una abuela de 80 años que te sorprenderá con su destreza y te recordará que, en el mundo de los videojuegos, la edad es solo un número.