- 01 de octubre de 2024
Manifestantes lanzan petardos e incendian una camioneta frente al 27 Batallón de Infantería en Iguala, mientras los familiares de los estudiantes desaparecidos siguen exigiendo justicia.
A casi diez años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, la herida sigue abierta para sus familiares y las organizaciones sociales que los acompañan. Las protestas en Iguala, Guerrero, han escalado en intensidad, llegando al punto en que manifestantes incendiaron una camioneta y lanzaron petardos dentro del 27 Batallón de Infantería.
Las familias de los estudiantes, acompañadas por organizaciones sociales y normalistas, se movilizaron una vez más en Iguala, Guerrero, donde se llevó a cabo una protesta frente al 27 Batallón de Infantería. Las tensiones alcanzaron un nuevo nivel de violencia cuando los manifestantes lanzaron petardos al interior del cuartel militar y prendieron fuego a una camioneta frente a las instalaciones, en un claro acto de desesperación ante la falta de respuestas.
Alrededor de 18 autobuses llegaron al batallón en Iguala, transportando a los manifestantes, entre los que se encontraban los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos. Esta movilización forma parte de la jornada de lucha que ha mantenido la exigencia de justicia viva durante estos diez años. Junto a los familiares de las víctimas, miembros de la Federación de Estudiantes Socialistas Campesinos de México (FESCM) y otras organizaciones sociales participaron en el mitin.
Los familiares reiteraron las acusaciones hacia el Ejército mexicano, al que señalan como cómplice en la desaparición de los estudiantes la fatídica noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Denunciaron que, a lo largo de estos diez años, el Ejército ha negado constantemente la entrega de información crucial que podría esclarecer lo ocurrido, bloqueando el acceso a unos 800 folios de documentos relacionados con los eventos de esa noche.
Te puede interesar: "Terminamos mal": Padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa rompen el diálogo con AMLO
Una promesa que se quedó en una ilusión
Las familias consideran que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha fallado en cumplir con su promesa de hacer justicia y obligar a las fuerzas armadas a transparentar la información del caso. La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, ha avanzado en algunas investigaciones, los familiares lamentan que no se haya conseguido la rendición de cuentas total por parte del Ejército.
Acusan a los militares de haber participado directamente en los ataques y desaparición de sus hijos, basando estas denuncias en los testimonios de sobrevivientes y en los múltiples informes que señalan la presencia de soldados en la zona durante los ataques. El papel del Ejército en los hechos de Iguala ha sido un tema controvertido desde el principio, y muchos creen que su implicación ha sido encubierta durante años.
Una serie de movilizaciones a diez años de la desaparición
La jornada de lucha en Iguala fue la tercera de una serie de movilizaciones que se han intensificado conforme se acerca el décimo aniversario de la desaparición. En este contexto, las protestas han dejado de ser pacíficas. Después del mitin, un grupo de estudiantes comenzó a lanzar petardos al interior del batallón, provocando una respuesta inmediata por parte de los soldados, quienes utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Sin embargo, esto no impidió que los manifestantes escalaran el conflicto: una camioneta fue empujada por una barda y prendida en llamas, en un acto simbólico de su enojo y frustración ante la falta de respuestas.
Los disturbios no tardaron en ser controlados, y los jóvenes manifestantes se retiraron del lugar a bordo de los mismos autobuses en los que llegaron. Sin embargo, el mensaje quedó claro: las familias de los desaparecidos no descansarán hasta que se haga justicia, y la paciencia de quienes buscan la verdad se agota con cada año que pasa sin respuestas concretas.
El caso de los 43 estudiantes desaparecidos ha sido uno de los episodios más oscuros de la historia reciente de México. La investigación inicial estuvo plagada de irregularidades, con la creación de la llamada "verdad histórica" que sostenía que los estudiantes habían sido secuestrados por una organización criminal local y sus cuerpos incinerados en un basurero.
Esta versión ha sido desmentida en varias ocasiones por investigaciones independientes, incluidas las realizadas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que concluyó que no existían pruebas científicas que apoyaran la versión oficial.
Las organizaciones de derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional, han exigido al gobierno mexicano que esclarezca el papel del Ejército y otros actores en la desaparición de los estudiantes. La presión también ha llegado de organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que han instado a México a cumplir con sus compromisos en materia de derechos humanos.
Te puede interesar:Arrestan a "El Gil": ¿Qué implicaciones tiene su rol en Guerreros Unidos para el caso Ayotzinapa?
Cada día sin respuestas provoca movilizaciones más intentas
A pesar de los esfuerzos por parte de algunos sectores del gobierno mexicano para reabrir la investigación y revisar la versión oficial, las respuestas siguen siendo insuficientes para los familiares de los estudiantes. En cada aniversario de la desaparición, las movilizaciones se vuelven más intensas, y las acciones de protesta, más radicales
La situación en Iguala es un claro reflejo de la desesperación que sienten quienes llevan una década luchando por la verdad. La falta de respuestas concretas y la opacidad de las instituciones ha generado una profunda desconfianza en el sistema de justicia mexicano, que muchos consideran incapaz de hacer frente a los intereses de las fuerzas armadas y otros actores involucrados en el caso.
El papel de los militares en la desaparición de los 43 normalistas sigue siendo un tema de debate, pero lo que es innegable es que la participación de las fuerzas de seguridad, ya sea directa o indirecta, ha dejado una marca en la sociedad. Cada nueva movilización por parte de los familiares de los desaparecidos recuerda a la sociedad que la herida sigue abierta.
Mientras tanto, las protestas continúan. En los próximos días, se espera que las movilizaciones se intensifiquen aún más, a medida que se acerca el décimo aniversario de la desaparición de los estudiantes. Las familias de los normalistas, junto con miles de personas que los apoyan, están decididas a no dejar que este aniversario pase desapercibido.
Las acciones que vimos en Iguala, desde el mitin hasta el lanzamiento de petardos y la quema de la camioneta, podrían ser solo el inicio de una nueva oleada de manifestaciones que buscan recordar a las autoridades y a la sociedad que los 43 estudiantes de Ayotzinapa siguen desaparecidos, y que la lucha por la justicia está lejos de terminar.
La historia de los 43 de Ayotzinapa ha sido, y sigue siendo, un símbolo de la impunidad que prevalece en México. La falta de respuestas y la continua opacidad por parte de las instituciones han alimentado una sensación de desesperanza entre quienes buscan la verdad. Pero también ha dado lugar a una resistencia que, a pesar de los años, sigue siendo fuerte. Las acciones en Iguala son un recordatorio de que, aunque el tiempo pase, la exigencia de justicia no desaparecerá hasta que se haga realidad.
¡Ya puedes seguirnos en WhatsApp Channels y te invitamos a nuestro nuevo Newsletter completamente gratis!