Dan último adiós a familia que murió en el deslave en Edomex

La comunidad de Naucalpan se encuentra sumida en una profunda tristeza tras despedir los cuerpos de seis personas que fallecieron a causa del deslave en la colonia Raquelito los Cuartos III. Entre las víctimas, cinco eran menores de edad, con edades que oscilaban entre los 10 y 18 años. En medio del dolor, los vecinos se reunieron para acompañar a la familia.

La tragedia que sacudió a Naucalpan dejó una huella imborrable en la memoria de quienes conocían a las seis personas fallecidas en el terrible deslave ocurrido la noche del pasado lunes. El colapso de un cerro terminó con la vida de cinco menores de edad y una mujer de 80 años, quienes se encontraban en su hogar celebrando un cumpleaños familiar. Lo que comenzó como una alegre reunión terminó en desastre, sepultando la esperanza de una familia entera bajo toneladas de tierra.

"Nuestra comunidad está de luto. No merecían morir así, eran apenas unos niños que empezaban a vivir", expresaba con voz quebrada un familiar durante el velorio, una despedida que ha paralizado emocionalmente a la colonia.

Un adiós marcado por el dolor

El parque de la comunidad, en la calle de Sauces, se transformó en un espacio para el duelo colectivo. Bajo una carpa adornada con globos blancos, los féretros de los cinco menores y la mujer de la tercera edad llegaron desde la noche del martes para ser velados por familiares, amigos y vecinos. En medio de un ambiente de dolor y llanto, uno a uno, los compañeros de colegio de los niños desfilaban alrededor de los ataúdes.

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"Lo vimos crecer, era mi mejor amigo", comentaba un joven con lágrimas en los ojos, refiriéndose a uno de los niños fallecidos. Las escenas de duelo se repetían, con jóvenes inconsolables que buscaban en los recuerdos una forma de sobrellevar la pérdida.

Los padres de los menores fallecidos eran abrazados constantemente por los vecinos, quienes, aunque impotentes ante la magnitud de la tragedia, intentaban ofrecer consuelo. "No hay palabras que puedan aliviar este dolor", expresaba un hombre mientras sostenía la mano de los desconsolados padres. Para muchos, el dolor no solo era por la pérdida de los jóvenes, sino también por el sentido de impotencia que genera una tragedia de tal magnitud.

Una comunidad marcada para siempre

"Nunca habíamos vivido algo así, nunca lo vamos a olvidar", lamentaba entre lágrimas una vecina, cuya voz temblaba al intentar describir el impacto del deslave en la comunidad. Lo que había comenzado como un festejo familiar terminó en una pesadilla que ha dejado una cicatriz imborrable en los corazones de todos los que vivieron este terrible episodio. La comunidad de Naucalpan quedó paralizada por la magnitud de la tragedia, sabiendo que, aunque el tiempo pase, el recuerdo de los niños y la abuela que perdieron sus vidas en el deslave perdurará.

El derrumbe ocurrió de manera repentina mientras la familia celebraba el cumpleaños del padre de los menores. La alegría se convirtió en terror cuando la tierra comenzó a deslizarse, cubriendo la casa en cuestión de segundos. No hubo tiempo para escapar. Los equipos de rescate trabajaron incansablemente, pero la tragedia ya estaba consumada.

Héroe en servicio: un bombero que dio su vida por salvar a otros

La tragedia de Naucalpan no solo se llevó la vida de una familia, sino también la de un bombero valiente que, cumpliendo con su deber, falleció mientras intentaba rescatar a los afectados por el deslave. El bombero, también fotógrafo de Protección Civil, fue recordado con gran admiración y respeto por sus compañeros en la base del Heroico Cuerpo de Bomberos de Naucalpan.

Casi al mismo tiempo que la familia era velada, los compañeros del bombero rendían homenaje al héroe caído. Entre guardias de honor y palabras de agradecimiento, sus compañeros resaltaron su valentía, amabilidad y compromiso con su labor. "Era un hombre bueno, un trabajador incansable que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás", comentaba un compañero mientras sostenía una bandera que envolvía el féretro.

El bombero había acudido al lugar del deslave junto con otros rescatistas para intentar salvar a las personas atrapadas bajo los escombros. Durante las labores de rescate, una nueva sección del cerro colapsó, llevándose la vida de este héroe en plena acción. "Dio su vida por salvar a otros, y por eso siempre lo recordaremos", fueron las palabras de un oficial que estuvo presente durante el accidente.

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El legado de la tragedia

El deslave que afectó la colonia Raquelito no solo ha dejado un vacío en los hogares de las víctimas, sino también preguntas sin respuesta sobre las causas de la tragedia. La comunidad ahora exige a las autoridades una investigación exhaustiva sobre las condiciones del terreno y las posibles medidas que podrían haberse tomado para evitar esta catástrofe.

Las autoridades locales han informado que ya se han iniciado estudios geotécnicos en la zona para evaluar el riesgo de nuevos deslaves, y han comenzado a desalojar a otras familias que viven cerca de las áreas afectadas. Sin embargo, para muchos de los vecinos, estas medidas llegan demasiado tarde. "Esta tragedia no debió haber pasado. Nosotros ya habíamos advertido que el cerro estaba inestable", señalaron.

Por su parte, la familia de las víctimas exige justicia y respuestas ante lo sucedido. "No queremos que esta tragedia sea olvidada, necesitamos que las autoridades tomen responsabilidad y que se haga algo para que ninguna otra familia pase por esto", declaró uno de los familiares.

La difícil tarea de seguir adelante

El dolor de la comunidad es palpable. Las historias de los niños que fallecieron, sus sueños y aspiraciones, resuenan en cada rincón de Naucalpan. "Eran chicos llenos de vida, con tantas cosas por delante", comentó una profesora que asistió al velorio. Entre los compañeros de escuela de los niños, el impacto es devastador. Las aulas que una vez se llenaban de risas y juegos ahora están teñidas de silencio y tristeza.

En medio de esta tragedia, la comunidad ha encontrado un cierto sentido de unidad. Vecinos y amigos se han movilizado para apoyar a los padres de las víctimas, organizando colectas para cubrir los gastos funerarios y brindando apoyo emocional a quienes más lo necesitan. Sin embargo, el vacío dejado por esta tragedia es inmenso, y el camino hacia la recuperación será largo y doloroso.

Con el paso de los días, la colonia Raquelito ha comenzado a enfrentar una realidad llena de incertidumbre. Las familias que aún residen cerca del cerro viven con el miedo constante de que otro deslave pueda ocurrir en cualquier momento. Las promesas de las autoridades de realizar estudios y tomar medidas preventivas son, para muchos, solo palabras que llegan demasiado tarde.

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