"Disculpe, yo no sabía que mi hijo era un asesino": La desgarradora disculpa a una madre tras el feminicidio de su hija

La tragedia de Yamil Trejo es un reflejo de la sombría realidad de los feminicidios en México. En 2016, su hija Yuri Lisseth Méndez Trejo fue brutalmente asesinada en Chiapas. Yamil ha luchado incansablemente por obtener justicia, su historia, narrada en un episodio de Memo Podcast, muestra la crudeza de una disculpa "tardía" y la realidad de un sistema que deja a las víctimas y sus familias sin respuestas.

En un país donde los feminicidios se han vuelto alarmantemente comunes, el caso de Yuri Lisseth Méndez Trejo no es sólo otro número en las estadísticas. Su madre, Yamil Trejo, ha convertido su dolor en una lucha incansable por la justicia, y su testimonio, compartido en redes sociales, ha comenzado a resonar entre quienes siguen de cerca estos casos.

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El feminicidio de Yuri ocurrió en 2016, en el estado de Chiapas. A partir de ese momento, su madre se embarcó en un tormentoso camino judicial en busca de respuestas y castigo para el responsable. Fue durante una de las audiencias en 2017 cuando Yamil vivió uno de los momentos más difíciles de su vida, enfrentándose cara a cara con la familia del presunto asesino de su hija.

La disculpa que marcó el proceso de justicia 

Yamil relata cómo, tras una audiencia que no resultó favorable para ella, la abuela del sospechoso se le acercó al final de la sesión. Con un rosario en mano, la anciana le pidió que lo llevara consigo y rezara por el eterno descanso de su hija. Yamil recuerda que devolvió el rosario, diciendo que ya había enterrado a su hija, pero que ella se llevaba un asesino a casa.

Poco después, el padre del presunto feminicida también se acercó a Yamil. En un gesto que podría parecer de apoyo, el hombre la abrazó y le prometió que harían todo lo posible por encontrar al verdadero culpable del asesinato de Yuri. Con la desesperación de una madre que solo busca justicia, Yamil respondió que esperaba que, con sus recursos, el hombre realmente ayudara a esclarecer el caso. 

En el 2022, finalmente llegó la resolución. Al concluir, el padre del feminicida se acercó a Yamil, esta vez con una disculpa que llevaba el peso de una cruda verdad. "Señora, le debo una disculpa, yo no sabía que el asesino era mi hijo", con la serenidad de quien ha cargado con un dolor inimaginable , sólo respondió que lo importante era que él ya había entregado a su hijo.

¿Qué pasó con Yuri?

Todo comenzó una noche cuando Yuri, después de salir de su trabajo, se dispuso a cenar. Poco después, Yamil recibió mensajes a través de WhatsApp en los que le decían que su hija estaba secuestrada y que debía pagar un rescate. Inicialmente, pensó que se trataba de una broma, pero cuando intentó localizar a Yuri y descubrió que no estaba en su lugar de trabajo, la preocupación creció. 

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Yamil logró contactar a las personas con las que Yuri había salido aquella noche. Entre ellas, un vecino, quien le contó que habían ido a cenar, pero después Yuri le pidió que la dejara en una parada de autobús, le preguntó por qué no la había llevado a casa y el vecino respondió que había seguido las instrucciones de Yuri, quien le dijo que se quedaría en la parada.

Sin más pistas, Yamil regresó a su hogar sin saber qué más hacer. Mientras tanto, un voceador que se encontraba fuera de su casa comenzó a difundir la noticia de que una enfermera había sido encontrada muerta, embolsada, y con la dirección de su residencia. Al escuchar esto, Yamil, llena de rabia e impotencia, salió a reclamarle al voceador, negándose a aceptar lo que ya temía.

Poco después, un agente ministerial llegó a su casa con la noticia que ninguna madre debería escuchar: el cuerpo de Yuri había sido encontrado y ya se encontraba en el Servicio Médico Forense (SEMEFO). Yamil debía presentarse para identificar a su hija, enfrentándose así a la cruda realidad de su pérdida.

Yuri aparentemente había sido atropellada y dejada a un lado del camino, sin embargo las heridas de su muerte no indicaban lo mismo, poco después se supo que tres hombres decidieron atacarla sin motivo alguno, la golpearon gravemente hasta que su cabeza quedo totalmente fracturada, con los dientes rotos y decenas de moretones por todo su cuerpo, hasta hoy no se sabe el motivo de esta brutalidad. 

La vida de Yamil cambió aquel día. No solo tuvo que lidiar con la pérdida de su hija, sino también con un sistema judicial que, en más de una ocasión, pareció no estar del lado de las víctimas. A pesar de los múltiples obstáculos, Yamil ha continuado luchando por la memoria de Yuri, buscando justicia y alzando la voz en un país donde el feminicidio es una constante dolorosa.

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