La historia del mexicano que construyó una pirámide por mandato de un extraterrestre

En el desierto de Coahuila, se encuentra una misteriosa edificación que ha captado la atención en internet. Se trata de una pirámide construida por Raymundo Corona, quien afirma haberla creado por petición de un ser extraterrestre. Su caso ha sido ampliamente documentado, desde reportajes hechos por la revista Vice o Sin Embargo, hasta youtubers, como Beto Pasillas. Te invitamos a conocer esta fascinante y extraordinaria historia.

En la localidad de Pozuelos de Arriba, en el municipio de Monclova, Coahuila, ocurrió un evento notable en 1983. Una noche, mientras la esposa de Raymundo Corona estaba a punto de dar a luz, surgió una complicación durante el parto en el hospital. El médico se concentró en intentar salvar a la esposa de Raymundo.

Mientras esto ocurría, Raymundo se quedó dormido y en sus sueños, pudo ver la figura de una persona cubierta con una túnica. Esta figura le dijo que era la muerte. Raymundo, intrigado, preguntó qué quería, y la figura señaló el cielo. Allí, pudo ver una escalera que ascendía hacia el cielo, y encontró a otra persona que le comunicó que lo que estaba escrito tenía un propósito. En el transcurso de este sueño, una tercera persona intercedió a favor de Raymundo, y así fue como finalmente nació su hija, sin imaginar que la figura regresaría en algún momento para cobrar el favor.

"Por favor te ruego que sea yo quien me vaya y la dejes a ella. Yo he visto cómo sufren los niños cuando les falta la madre. Le agarraba los huesos de las piernas y le suplicaba tanto que creo que se conmovió", aseguró.

Después de varios meses, hubo un golpe en la puerta y al abrir, Raymundo se encontró con un hombre alto, vestido con una túnica blanca, cuya mirada le causó temor. Al preguntarle quién era, el hombre respondió preguntando si Raymundo lo había olvidado. Raymundo relató:"Me dijo 'no soy Dios, soy un hombre igual que tú. ¿No te acuerdas cuando nació tu niña?', era el hombre que había visto en mi pesadilla". 

"No te lo diré hasta que tomes conciencia, hasta que entiendas. Muchos se burlarán, difamarán. Dirán: 'Fue una locura o una borrachera, fue una visión de este loco, o este drogadicto'. Yo te digo que el nombre de una persona representa algo más que su cuerpo, que su alma y su espíritu. Es la esencia que habita en el hombre. Un día te diré mi nombre" así dice don Raymundo que le respondió la entidad al preguntarle por su nombre.

Según Raymundo, este hombre le pidió que construyera un templo en un lugar que él le mostraría para edificar una pirámide. Un templo "...Que ni los vientos ni los vendavales la muevan. Y que siempre esté erguida hacia arriba, porque de arriba emanan todas las cosas buenas..." afirma Raymundo que le dijo. . Además, le reveló que pertenecía a un lugar llamado Nefilin, ubicado en la constelación de Orión, y que su nombre era Herulayka.

"Me acordé lo que decían los indios de aquí, que los sacerdotes hablaban con los dioses, entonces pensé: "Éste es un Dios de los que hablaban los indios" expresó Raymundo Corona. "Quiero que construyas un templo y su volumen total tendrá 108 metros, vas a calcular su altura y su base, debe ser en forma de pirámide" afirma Corona que le dijo la entidad.

Así fue como Raymundo Salomón Corona Villarreal, conocido como "Mundo", un hombre nacido en una familia de campesinos, se encontró con algo fuera de lo común, lo que lo llevó a emprender la construcción de una pirámide de piedra de siete metros de altura en el ejido Pozuelos de Arriba, ubicado muy cerca de Monclova, y aún más cercano al municipio de Frontera, a unos diez kilómetros del libramiento Carlos Salinas de Gortari, en el estado de Coahuila.

Lo más extraordinario es que la pirámide ahí está, para quien quiera ir a verla, e incluso el llamado Centro de Estudios Psicocibernética Esenios cree dicha pirámide tiene propiedades curativas, aunque eso es tema de otro artículo. Mundo compartió que su infancia transcurrió cuidando vacas y cabras, y aunque solo había estudiado hasta sexto grado de primaria, se embarcó en un desafío casi imposible, ya que implicaba cálculos matemáticos y una minuciosa planificación. Él asegura que los cálculos necesarios y el conocimiento requerido se los dio Herulayka.

Curiosamente en la casa de Raymundo Corona en Frontera, no existe ningún objeto que le recuerde que él fue quien construyó una pirámide de piedra. No guarda planos, fotografías ni ningún registro de la construcción, y solo menciona esta hazaña cuando se dirige a trabajar en su propiedad en Pozuelos de Arriba. Un día, su esposa desechó todas las evidencias relacionadas con la construcción.

Síguenos en Google News para más noticias