Recientemente en Twitter Jaime Maussan recordó cuando en marzo de 2004, la Fuerza Aérea Mexicana captó la presencia de aproximadamente 16 objetos luminosos y circulares que se desplazaban a alta velocidad y realizaban maniobras bruscas en los cielos de Campeche. Estos objetos fueron catalogados como Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) y, en lugar de ser analizados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), entidad responsable de la Fuerza Aérea, los videos se le entregaron al conocido ufólogo mexicano para ser difundidos en un programa de televisión.
La decisión tomada en aquel momento por el Gobierno de México, liderado por Vicente Fox Quesada, generó críticas dentro de la comunidad científica del país. Se les negó acceso al material argumentando que estaba clasificado y se afirmó que los avistamientos correspondían a un fenómeno meteorológico conocido como centellas, que se forma por burbujas de gas ionizado, según informó La Jornada en mayo de ese año.
Esta postura contrasta con la del Gobierno de Estados Unidos, que durante años mantuvo un programa encubierto de investigación de estos objetos voladores. Ahora, dicho programa ha salido a la luz y se ha establecido como la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados, ubicada dentro de la Oficina de Inteligencia Naval. Su objetivo es estandarizar la recopilación e informes sobre avistamientos de vehículos aéreos no explicados, según informó The New York Times, medio que ha seguido de cerca este caso.
El Gobierno de Estados Unidos reconoce que investiga estos objetos voladores por dos razones principales. En primer lugar, existe un genuino interés científico en determinar si hay evidencia de vida extraterrestre. En segundo lugar, hay preocupaciones sobre posibles tecnologías avanzadas desarrolladas por países extranjeros que podrían facilitar el espionaje.
Una nave, ya sea tripulada o no, con capacidad para no ser identificada a simple vista, representa un riesgo potencial para la seguridad nacional. Además, con las tecnologías adecuadas, podría obtener información de instalaciones y desarrollos estratégicos. Sin embargo, ninguna de estas razones fue considerada por el Gobierno mexicano, que simplemente entregó el material al periodista Jaime Maussan, conocido por su programa "Tercer Milenio", donde presenta presuntos avistamientos del fenómeno OVNI.
"No veía la utilidad de que se quedara eso grabado ahí, guardado. Tomé la decisión de que se le diera a una gente que ha estado trabajando toda su vida con esto para que hiciera buen uso de ella. Por eso se le dio a Maussan", expresó el entonces Secretario de la Defensa, Clemente Ricardo Vega García, en entrevista con Carlos Loret de Mola.
Según la versión de Maussan, reportada por el investigador de la UNAM Raúl Trejo Delarbre el 17 de mayo de 2004 en el diario Crónica, el 20 de abril de ese mismo año, Jaime Maussan fue convocado a las instalaciones de la Defensa Nacional para reunirse con "altos mandos de las Fuerzas Armadas" y recibir detalles sobre el caso. Dos días después, le proporcionaron una copia en video del encuentro de la Fuerza Aérea Mexicana "con la finalidad de llevar a cabo la investigación pertinente y su posterior conocimiento a la opinión pública en los diversos medios de comunicación".
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